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Hay ocasiones en las que se necesita contar con un extra de dinero, ya sea para pagar una avería inesperada, arreglar algo en casa o, simplemente, hacer frente a tiempos difíciles. Para todo esto ha surgido la figura del préstamo personal, un producto financiero cada vez más extendido que se caracteriza por su rapidez, su flexibilidad y sus facilidades en general.
¿Y qué ventajas tienen los préstamos personales que no podemos encontrar, por ejemplo, en los hipotecarios? Aquí vamos a ver algunas de sus características únicas, que hacen que los préstamos sean productos tan recomendables y cada vez más populares. Y es que han cambiado por completo la fórmula del préstamo tradicional.
Hay muchas entidades con las que puedes acceder a este tipo de productos, aunque una de las más recomendables actualmente es Provident.
Esta empresa ofrece préstamos personales de hasta $10,000 pesos con plazos de 32, 42 y 52 semanas, además de contar con unos intereses bastante competitivos, aunque lo mejor de todo es la facilidad que te dan para obtenerlo. En cuestión de minutos puedes hacer tu solicitud y en menos de 48 horas contar con el dinero directamente en la puerta de tu casa.
Gracias precisamente a su solución ya podemos ver algunas de las mejores ventajas que tienen los préstamos personales frente a otras soluciones del mismo tipo. Si quieres conocerlas todas para saber si realmente vale la pena un producto como este, solo tienes que seguir leyendo.
A diferencia de otras opciones financieras habituales, como por ejemplo las hipotecas, el dinero de los préstamos personales se puede usar para prácticamente cualquier cosa que necesites. No tienes que justificar el motivo de su contratación, ya que están ahí para ofrecerte un extra de liquidez cuando lo necesites.
Este dinero prestado se puede usar para lo que tú quieras. Ya sea para organizar unas vacaciones, para solucionar un problema de última hora, para unas pruebas médicas, para liquidar otras deudas o incluso para hacer una reforma en el hogar. Hay numerosas opciones que demuestran lo flexible que es esta solución a diferencia de otras.
La flexibilidad de la que hablábamos antes también queda de manifiesto durante el proceso de solicitud. En comparación con algunos otros tipos de préstamos, los préstamos personales suelen tener un proceso de solicitud mucho más rápido y sencillo. Muchas entidades, como Provident, permiten llevar a cabo todo el proceso de solicitud en línea, para que no tengas que acudir a ninguna oficina y esperar en largas filas.
Estos procesos llevan tan solo unos minutos y, a veces, no necesitan siquiera que presentes documentación adicional. Solo tienes que rellenar una serie de datos personales, ofrecer un documento que te identifique y esperar. Nada de papeleos, nada de esperas. Todo ágil, rápido y cómodo. Y, además, sin avales ni garantías.
La versatilidad de los préstamos personales se traslada a los plazos. Además de ofrecer más opciones para poder escoger mejor en cuánto tiempo quieres pagar el importe endeudado con la financiera o el banco, también dan pie a posibles prórrogas en caso de no poder pagar alguna cuota. Es algo que no se puede hacer con frecuencia, pero aporta algo más de tranquilidad al usuario.
De hecho, esto no implica el pago de recargo adicional por prórroga. Algunas entidades dan un periodo de gracia adicional sin sobrecoste, o permiten incluso renegociar algún que otro plazo en situaciones más extremas si es que tu situación lo amerita. No todas lo hacen y no siempre se puede hacer, pero la opción está ahí para quienes lo necesiten. Algo de gran ayuda en muchos hogares y que se diferencia enormemente de otros tipos de préstamos.
Muchas personas no pueden pedir préstamos a su banco o a otras entidades por figurar en listados de morosidad. Muchas compañías tienen acceso a estos registros para saber qué personas están en ellos y no ofrecerle este tipo de productos, dado el riesgo que hay de posible impago. Sin embargo, los préstamos personales suelen permitir el acceso también a personas que aparecen en estas listas.
Sí es cierto que, en estos casos, el proceso se complica algo más. Hay que presentar documentos que garanticen que hay ingresos recurrentes y que se puede hacer frente a las cuotas establecidas, pero con eso basta en la mayoría de los casos.
Todas estas razones son más que suficientes para optar por este producto en lugar de otros préstamos, sobre todo si necesitas una inyección rápida de dinero. Cada vez hay más financieras, prestamistas y bancos que cuentan con esta solución en su catálogo. Por lo tanto, te resultará muy fácil encontrar algo que encaje con tus necesidades. Aun así, recuerda que Provident es una de las mejores opciones que hay actualmente y que te recomendamos.