¿Preparados para Kamala o Trump?
CIUDAD DE MÉXICO, 15 de enero de 2018.- Los avisos del riesgo que implica para México el “autoritario peligroso”, como definen en Harvard a políticos de las características de López Obrador, no sólo aparecen en The New York Times (mi columna del viernes), sino que las consecuencias de su posible victoria electoral también están en el único periódico libre que queda en Venezuela.
Reproduzco aquí la nota publicada en la edición electrónica de El Nacional de Caracas el pasado viernes 12 de este mes:
“El Programa de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea) informó este miércoles que, debido a la crisis económica que atraviesa el país, los venezolanos se han visto en la necesidad de comprar alimentos destinados para perros y emplearlos para su consumo.
“Mediante un recorrido en distintos supermercados de Caracas, la organización constató que los ciudadanos compran las llamadas “salchichas para perros”, compuestas por huesos de pollo triturados, mezclados con otras partes no comestibles del pollo, y que son envasados como embutidos y vendidos congelados.
“La organización aseguró que las personas entrevistadas alegaron que preparan los embutidos para perros y los acompañan con huevos revueltos o los sofríen para revolverlo con arroz.
“Provea lamentó que los venezolanos estén consumiendo alimentos para animales. Sostuvo que la situación es una dramática consecuencia de la violación del derecho a la alimentación por parte del Estado.”
No estamos hablando de algún grupo político en Venezuela que quiera explotar la pobreza de la gente, como el PRD de fines de los 90 (hoy Morena) que vendía en la Ciudad de México Leche Betty, a un peso el litro en colonias populares, con el logo del partido impreso en la bolsa. (Publicado en Crónica, de aquella época).
Claro, como algunos recordarán, lo que contenía ese envase no era leche, sino un líquido con caca.
Pues no, no se trata de eso, sino del alimento que se vende en los supermercados caraqueños.
Y por si faltara algún dato para desengañar a los seguidores del populista que encabeza las encuestas en nuestro país, pongo aquí el precio de las salchichas para perros que se venden para consumo humano en los supermercados de Venezuela, porque no hay comida: 29 mil 323 bolívares el kilo.
De acuerdo con el tipo de cambio al viernes (el oficial, del gobierno venezolano pues), un dólar cuesta 9.98 bolívares.
Es decir, el kilo de salchichas para perros que comen los venezolanos cuesta, oficialmente, dos mil 900 dólares.
Una locura. Porque una locura es su tipo de cambio, su mercado negro y su inflación: 2,616 por ciento en 2017.
A eso conducen las políticas populistas y los liderazgos mesiánicos.
¿Estamos mal en México? Sí, en varios rubros estamos mal y el país necesita cambiar muchas prácticas y ajustar políticas para mejorar.
Pero cuidado con las locuras a la hora de votar.
Como se publicó en The New York Times el jueves (reseña de Nicholas Kristof de un libro de dos académicos de Harvard): “Venezuela era una democracia relativamente próspera, por ejemplo, cuando el demagogo populista Hugo Chávez explotó las frustraciones de ciudadanos comunes para ser electo presidente en 1998”.
Ojo al transformar las legítimas frustraciones, que sin duda existen, en una hecatombe irremediable para el país si nos equivocamos al elegir.
Por cierto, el director de El Nacional de Caracas, Miguel H. Otero, vive en el exilio porque tiene orden de aprehensión en Venezuela.