Padre Marcelo Pérez: sacerdote indígena, luchador y defensor del pueblo
CIUDAD DE MÉXICO, 8 de mayo de 2019.- La lucha por el poder en el partido Morena (Movimiento de Regeneración Nacional) va para largo, pues, aunque únicamente hay dos aspirantes firmes a la dirigencia nacional, falta saber por quién optara el presidente y dueño de la organización, Andrés Manuel López Obrador.
Lo cierto es que muy pocos, por no decir que nadie, se traga el cuento de que AMLO no se va a meter para nada en el partido que lo llevó al poder, pues si bien está muy entretenido en la tarea de gobernar a su muy particular estilo personal, se hará un espacio para apuntar con su “dedito” a quien le encargará el changarro.
Lo que se dice en radio pasillo, es que el próximo presidente de Morena será José Ramón López Beltrán, es decir el hijo mayor de López Obrador, que actualmente quien marca la línea a la presidenta Yeidkol Polevzki.
Por eso llama la atención que el senador Ricardo Monreal haya soltado a su delfín, Alejandro Rojas Díaz-Durán, para que se convierta en la piedra en el zapato de la dirigencia que encabeza Yeidkol.
Se antoja que Ricardo morenal haya pactado con AMLO este extraño movimiento, pero únicamente para hacer la pantomima de que en Morena todo es democrático y al final el ex priísta Rojas Díaz-Durán, comerá sapos sin hacer gestos.
Por lo pronto el consejero de Morena Alejandro Rojas tuvo una audiencia de desahogo de pruebas del juicio que abrió en su contra la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia, por presuntas violaciones a los estatutos.
Esta será la primera prueba de fuego no sólo para Rojas, sino para Ric ardo Monreal, pues si se está yendo por la libre, para preparar el terreno a su eventual candidatura presidencial en el 2024, tendrá que defender a capa y espada a quien envió a la guerra sin fusil, pues nadie apuesta ni un cacahuate a favor de que salga con banderas desplegadas el buen Alejandro Rojas.
En la otra esquina, el otro aspirante a suceder a López Obrador, en el 2024, no ha movido ninguna pieza, por el contrario, se mantiene de bajo perfil y su gente hace trabajo se zapa para posesionar al grupo.
Hablamos de Marcelo Ebrard Casaubón, quien, en lugar de mandar a su gente a buscar la dirigencia de Morena, trabaja activamente para quedarse con el pastel completo en la cámara de diputado, aprovechando que el único que le hace sombra es Porfirio Muñoz Ledo, pero este esta tan viejo, que lo único que quiere es que llegue el 31 de agosto para dejar la presidencia de la Cámara, para pasar a dormir a su curul.
Por ahora toda la gente de Marcelo y de Mario Delgado, tienen copados los mejores cargos administrativos en San Lázaro, desde la secretaria general, hasta la contraloría y las demás secretarías, por lo que solamente se hace lo que ellos deciden.
Contrario a lo que pasa en el senado, donde el poder lo comparte Ricardo Monreal y Martí Batres, y todo parece indica que así será por toda la legislatura.
EL PULSO.- Y que cree, el desaforado diputado federal Cipriano Charrez Pedraza, sigue buscando pleito con el que se le pare enfrente, en un esfuerzo desesperado porque no lo vayan a enjuiciar por el delito de homicidio culposo. Ahora pretende hacer responsable al gobernador de Hidalgo Omar Fayad del retraso en la integración de la carpeta de investigación y le exige imparcialidad en la impartición de justicia. Charrez Pedraza mando publicar este texto: “Ciudadano gobernador lo hago responsable de lo que acontece con respecto a este tema que han ustedes buscado manipular para engañar a la gente y tratar de manchar mi persona, creo que los desesperados son ustedes porque se les cae su régimen de corrupción, y de miseria a la que han sumido a mi estado”. Nada más, pero nada menos.