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Consejo de la “caricatura”, Servil al Gobierno
OAXACA, Oax., 17 de junio de 2016.- En esta segunda semana del mes de junio, las actividades de protesta los trabajadores afiliados a la Sección 22 del SNTE, han dejado a la población de Oaxaca incomunicada con el resto del país, con las graves consecuencias que esto implica.
Algunos opinan que hay que buscar a los culpables del “enojo” de los maestros, otros que el gobierno federal tiene que sentarse a negociar con la CNTE, unos más simplemente llaman a que se use la fuerza pública para permitir que los oaxaqueños ejerzan su derecho constitucional al libre tránsito en territorio nacional.
Todos tienen algo de razón, pero el orden en que sucedan las cosas es importante. Desde luego hay que aplicar la ley y retirar a los maestros de los lugares donde están bloqueando, en algunos casos participan organizaciones no magisteriales en apoyo. Lo mejor sería que lo anterior fuera sin utilizar la fuerza pública, pero de ser necesario tiene que hacerse o condenaremos a Oaxaca a un estado de ingobernabilidad.
En efecto, el gobierno federal debe convocar no sólo a la CNTE, sino a la sociedad al diálogo sobre como ampliar y mejorar los alcances de la reforma educativa y para ellos debe poner al frente de la SEP a alguien que conozca el sistema educativo, es importante, si se quiere avanzar en el desarrollo de la educación en Oaxaca y en México, que no se utilice a la SEP, ni a ninguna secretaría como trampolín político.
Así como el titular de la SEP tiene que ser un personaje de reconocida trayectoria educativa, el gobierno federal debe respetar la autonomía del SNTE y permitir que ese sindicato resuelva sus problemas internos y se relacione con él como representante de los trabajadores de la educación y no como un co-gobierno.
Avanzar en la reforma educativa tiene que pasar por resolver el problema del sistema nacional de formación, actualización y de superación docente, es decir, las normales básicas y superiores, la Universidad Pedagógica Nacional y el sistema de Actualización del Magisterio, debe reorganizarse bajo la guía de una reforma curricular en educación básica y media superior. Las instituciones de educación superior y de investigación científica se cuecen aparte, particularmente el Instituto Politécnico Nacional cuya reforma es indispensable en un proyecto de desarrollo nacional con independencia.
¿Quiénes hicieron enojar a los maestros?
Todo eso hizo enojar a los maestros; pero eso no justifica lo errado de su actuar. Los actos de provocación huelen a desesperación y a desgaste; para cuando los policías los desalojen con violencia, muchos aplaudirán y habrán debilitado al único instrumento de defensa que todavía tienen los trabajadores de la educación: su sindicato.
No me canso de repetir: movimiento que termina con la consigna de “presos políticos, libertad” es un movimiento derrotado. Es hora de refundar al MDTEO y poner a la educación y a los educadores al servicio del pueblo, antes de que sea tarde.