La Constitución de 1854 y la crisis de México
La escena es lamentable por donde se vea, un maestro y un alumno del Instituto Politécnico Nacional liándose a golpes cerrando una avenida en la Ciudad de México, y alrededor de ellos otros tantos estudiantes vitoreando el acto y grabando con sus celulares. Por supuesto que se viralizó y hoy la figura del “Peters”, sobrenombre con el que se conoce al profesor ha sido utilizada para todo tipo de memes.
Hace no mucho tiempo la figura del maestro era el de una autoridad moral que incluso dirimía y daba justicia en sitios donde el tiempo avanzaba más lento. Lugares que todavía existen en nuestro país, donde para llegar se requiere no sólo transporte sino ímpetu y compromiso.
Por supuesto que las historias de los maestros y las maestras buenos se cuentan por millones, todos tenemos un mentor o mentora que nos ha inspirado a lo largo de nuestra vida. Quien sin importar la edad nos corrige, da lecciones, se preocupa por nosotros, y se alegra de nuestros triunfos, pues saben que de alguna u otra forma, llevan algo de ellos y ellas.
La pandemia de Covid-19 planteó un reto interesante para el sector magisterial, pues además de contrarrestar el hecho del reto que planteaba la salud en su casa y con los suyos, tenían el reto de impartir sus clases en el mejor de los casos en línea, y si no recurriendo a otros recursos y a su imaginación y práctica.
Los padres y madres de familia de las generaciones que actualmente están en las aulas, volvieron a valorar el trabajo del profesor en este periodo de pandemia que todavía no termina pues sigue planteando retos, entre ellos el de la salud mental, no es secreto que los maestros y maestras a la par de sus clases funcionaban como psicólogos o al menos como facilitadores.
La figura frente el aula nos da herramientas para enfrentar la vida, todos tuvimos en nuestra formación quien nos inculcó interés por las cosas, saber sobre algo en particular, nos ayudó a valorarnos, a respetar y respetarnos, y por supuesto que esas figuras tienen una autoridad moral con nosotros y un agradecimiento permanente.
Ahora es el momento de preguntarnos, en este filo postpandémico, con una imagen que se volvió viral de un maestro universitario enfrentándose a un alumno en plena calle, cómo debe ser el maestro del futuro en México y en el mundo. Qué elementos debe tener, con qué habilidades debe nutrirse en su formación y también en su vida.
Por supuesto que esto pasa por el salario, pero no sólo se trata de dinero; por supuesto que se trata de materiales de apoyo, pero no sólo se trata de computadoras o internet; por supuesto que se trata de formación pero no sólo de repetir citas y cuentas, sino que vamos más allá, se trata de pensar, de analizar, de compartir, de revalorar.
¿Cómo debe ser el maestro del futuro?, es buen momento para preguntarlo, la respuesta no debe ser inmediata porque ante un triunfo en nuestra vida en ocasiones debemos tener claro que no se trata sólo de fortuna o buena suerte, sino de aquella lección que nos dieron los buenos maestros en nuestra vida.
@rvargaspasaye
www.consentidocomun.mx