Nos pegó la Fernandomanía
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de febrero de 2022.- No es Carlos Loret de Mola el tema, sino el pretexto. El tema es que el enojo del presidente por la información dada a conocer hace dos semanas respecto al inmueble donde vivían su hijo y nuera en Houston, sigue siendo una carga pesada que sin lugar a dudas rebasó su línea de flotación en cuanto al tema de austeridad republicana se refiere.
No es sólo Loret el gran tema, en su lugar los nombres que deberían estar en el debate son los de los periodistas asesinados en meses recientes, con especial atención en Oaxaca y Veracruz donde los grupos criminales y la clase política parecer estar en franco enfrentamiento por lo que representará el corredor transístmico.
La crítica del ejecutivo no es ya sólo la que hace desde sus medios el periodista, sino que se junta con la falta de sensibilidad que desde la conferencia mañanera y su redefinición del espacio público realiza con un claro enfrentamiento que reitera su estrategia de todo o nada, estar con él o estar contra él. Y cierto es que le ha funcionado salvo excepciones como las mujeres y su manifestación previo al Covid, y ahora esta que no es a favor de un periodista, sino en contra de la represión desde el poder.
Quizá la línea se viene rompiendo desde antes, señalando el presidente como enemigos incluso a quienes en algún momento eran aliados, emblemático cuando se refirió a Carmen Aristegui, otrora la única, según él mismo, periodista objetiva en México.
Es normal el desgaste en todo ejercicio gubernamental, pero incluso quienes son más proclives a alabar las acciones de López Obrador, ahora permanecieron estáticos o con pocos argumentos para enfrentar lo que se vivió este viernes en la tarde noche, con una manifestación en la red social Twitter digno de señalar, en la sala #TodosSomosLoret creada para expresarse sobre el tema de forma espontánea y constante llegó a los más de 80 mil participantes simultáneamente, pocas veces si no es que nunca antes visto.
No es solo Carlos Loret y claro que no todos somos Loret, es que en México sigue siendo noticia el asesinato de periodistas en diversos puntos del país. Y otra vez vale la pena decirlo, en lugar de hablar de esos periodistas y el resultado de las investigaciones, el presidente decidió enfocar sus esfuerzos y el poder del estado en señalar, acusar e incluso acosar a Carlos Loret.
Quizá no es sólo Loret y tampoco López Obrador, sino el contexto, el momento, la sociedad que dejó hace mucho de sorprenderse por la realidad, quizá esta situación sea el pretexto para ver más allá de los dos bandos obvios, los que ganan o los que pierden, que cuando hay conflictos todos podemos perder, y eso aplica a libertades, a espacios, a oportunidades, a referentes.
En este conflicto nos ha faltado a pausa para reflexionar no ya si somos o no Loret, si apoyamos o no al presidente, sino qué queremos para México en lo inmediato y en lo futuro.
@rvargaspasaye
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