Cortinas de humo
A la memoria de Saúl Esteban Álvarez Mejía.
CIUDAD DE MÉXICO, 22 de noviembre de 2020.- Saúl integró la nutrida y consistente generación 2017-2019 del programa de doctorado de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UABJO.
No fue el alumno más notorio por sus participaciones en clase, pero sí de los más sensibles y comprometidos con las causas sociales que reflejaba en sus trabajos académicos
En todas las ocasiones en que conversamos sobre su práctica profesional emergieron temas de gestión activa y directa en favor de comunidades diversas, en particular en el ámbito de la educación.
Tengo presente la intensidad y emoción con las que relataba su quehacer para apoyar la transformación de México gestionando una de las universidades para el bienestar «Benito Juarez Garcia» en el estado de Oaxaca, precisamente en Tlacolula de Matamoros
Aprecié que su reserva habitual era una suerte de concentración para la acción jurídica, operativa y reflexiva convertida en expresiones parcas pero profundas.
Saul cayó abatido por la pandemia y pasó a formar parte de la espeluznante cifra de más de 100 mil compatriotas muertos por esa causa
La pérdida lamentable del maestro y profesor Álvarez Mejía puede no significar nada para millones de personas.
Para sus familiares, amigos y colegas, profesores y alumnos, para quienes le conocimos en el aula y fuera de ella, se trata de una ausencia muy presente.
Pienso en él y aun no lo creo. Buen camino a Saúl.
Ojalá que otros como él y muchas oaxaqueñas y oaxaqueños continuemos bregando inspirados en las mejores tradiciones juaristas: trabajar por nuestras comunidades –presenciales o virtuales– y compartir con nuestros semejantes la reflexión y experiencia sobre la acción.
Cuando un alumno se va, y cuando se va antes de tiempo, hay que redoblar esfuerzos para compensar lo que ya no podrá hacer en favor de los demás.
En honor del alumno ausente, hay que intensificar el uso del saber para la libertad, la emancipación y la justicia.