Economía en sentido contrario: Banamex
OAXACA, Oax., 24 de enero de 2021.- El avance en el proceso global y nacional de vacunación contra el Covid 19, el acceso de Joe Biden a la presidencia de los Estados Unidos y sus primeras decisiones relevantes envían un mensaje global: confianza.
Confianza en que los humanos podemos actuar de manera más o menos rápida trabajando desarrollos científicos y tecnológicos para encontrar respuestas efectivas a factores de riesgo grave como la pandemia que soportamos.
Confianza en que la democracia puede fallar, pero también corregir y evitar que mayorías subordinadas o vulneradas por el proceso económico y abusos políticos terminen sustituyéndola por nuevas ediciones de gobiernos autoritarios sometidos a voluntades personales caprichosas.
Confianza en que los grandes y cada vez más complejos problemas de nuestro tiempo –sintetizados en la Agenda 20-30 de la Organización de las Naciones Unidas– pueden ser atemperados, reducidos o eliminados mediante el diagnóstico serio, la cooperación internacional y la acción corresponsable entre sociedades e instituciones de gobierno, siempre que se desempeñen con integridad.
Confianza en que pese a todas las adversidades
y perdidas, algunas muy dolorosas, la preservación y enriquecimiento de la vida dependen de nuestras actitudes y decisiones, en el entendido de que ninguna condición social desventajosa suprime la dignidad y los derechos que debemos ejercer con valentía y reclamarlos, si es necesario, ante instituciones de gobierno y de garantía y control de sus actos o resoluciones.
La confianza se mueve entre la esperanza y la seguridad de que ciertas cosas que importan sucedan realmente para estar mejor y no peor.
Entre la expectativa de que otros hagan realidad nuestra esperanza y la certeza de que ello ocurrirá se ubican el pensamiento y la acción individual y colectiva.
Coadyuvemos en los ámbitos privados y públicos de nuestras vidas para convertir la esperanza en seguridad y certeza. Los servidores públicos cargan una responsabilidad mayor en ese compromiso.
Sumemos al esfuerzo que nos exige esta hora en que la confianza retorna a la escena central.
No permitamos que la inseguridad o la angustia le hagan perder impulso y centralidad.
De ello depende en buena medida nuestro futuro inmediato.