Cortinas de humo
OAXACA, Oax., 21 de marzo de 2021.- A las y los nuevos juaristas del siglo 21:
La obra de los reformadores liberales del siglo 19 encabezados en el momento clave por el zapoteca oaxaqueño Benito Juárez es perenne
Lo es porque la Reforma, la segunda transformación histórica del país, fue decisiva para dejar por fin atrás el legado colonial, absolutista y virreinal propio de una estructura medieval para sentar las bases de la sociedad y el estado modernos.
La separación del estado y la iglesia, la laicidad o la república fueron la cara política del modelo jurídico de la legalidad o libertad e igualdad formales para todos que se fundó en los códigos civil, penal o mercantil y el juicio de amparo para proteger los derechos individuales.
A la Reforma hay que acreditarle el haber diagnosticado y remontado los vicios y errores de la primera transformación, la Independencia, sus dos primeras repúblicas federales (1834) y el centralismo (1836-1846) que devino en la dictadura conservadora de Antonio Lopez de Santa Anna, a la vez que eximirla del abuso del porfiriato tardío que provocó la Revolución de 1910.
La tercera transformación histórica, la Revolución, llevó a la Constitución de 1917 los temas sociales que habían quedado apuntados pero no recogidos por la Constitución de 1857.
Educación laica y popular, tierra para todos,, trabajo y salario dignos, laicidad explícita y soberanía sobre los recursos naturales vinieron acompañados de un presidente más fuerte y, tiempo después, de un partido hegemónico, el PNR-PRM-PRI.
El estado de derecho moderno mexicano se fue construyendo a lo largo del siglo XX sobre aquella fundación liberal y su ulterior refundación social y popular.
Ese estado legalista rindió sus mejores frutos al hacer de México en 7 décadas, entre 1920 y 1990 un país industrial, aunque desigual y poco democratico.
Al abrir la economía en los años 90 al proyecto de Norteamérica con el Tratado de Libre Comercio también se abrió ese sistema político al pluralismo partidario y democratico, pero no a la igualdad sustancial y bienestar mínimo para la mayoría. Muy por el contrario.
Por las causas que hayan sido fracciones importantes del grupo dirigente incurrieron en un nuevo abuso que agotó la paciencia ciudadana y gestó la consabida reacción popular dialéctica.
Esta se dirigió furiosa a las urnas y otorgó un claro mandato a quienes se atrevieron a oponerse a la coalición gobernante beneficiada en exceso.
La alianza de fuerzas políticas en el poder desde 2018 ha avanzado a trompicones en la reconstrucción y reposicionamiento del estado ante el mercado y los poderes salvajes.
Ha inyectado diversas dosis de sentido social, popular y comunitario a la democracia constitucional que en su versión liberal más individualista que colectiva produjo frutos insuficientes exprimidos por unos cuantos en los últimos decenios.
Al conmemorar los 215 años del nacimiento del Gigante de Guelatao, Benito Juárez, precisamente ahora, la pregunta por la naturaleza, legitimidad y alcances de la cuarta transformación no es ociosa.
Tratándose de una transformación integral o no, de la profundidad y magnitud o no de las que tuvieron lugar durante la Independencia, la Reforma o la Revolución, el hecho es que estamos ante.la necesidad urgente de relevar y adaptar las instituciones públicas a las exigencias y condiciones sociales y tecnológicas de nuestro tiempo.
De allí que la participación social y política inteligente y activa en las elecciones 2021 es por ahora la mejor forma y la más disponible de honrar el legado juarista.
Contribuyamos a la nueva transformación institucional del país pertrechados con el escudo y la espada de los valores trascendentes heredados de nuestros mayores: integridad, carácter, conciencia, nacionalismo, sensibilidad.
De las decisiones de hoy seguirá dependiendo el futuro de nuestros hijos y nietos.
Perseveremos en la renovación y cambios indispensables en las instituciones para que el siglo 21, como en la Reforma y la Revolución, rindan los mejores resultados para el mayor número de mexicanos y habitantes de nuestro gran país.