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OAXACA, Oax. 31 de julio de 2025.- A unas horas de su presentación oficial, Rubén Blades ya convirtió el Zócalo de Oaxaca en una fiesta.
Durante las pruebas de sonido que realizó la tarde de este miércoles, el salsero panameño reunió a decenas de personas que bailaron, cantaron y celebraron el privilegio de verlo compartir de cerca con su público.
Aunque el concierto está programado para la noche de este 31 de julio como cierre de las fiestas de la Guelaguetza 2025, Blades no esperó para regalar a Oaxaca un anticipo lleno de ritmo.
Bastaron unos acordes para que las personas comenzaran a moverse al compás de la historia urbana más célebre de la salsa.
A sus 76 años, Rubén Blades es un cantante muy querido.
Es abogado, actor, activista, exministro de turismo en Panamá y, sobre todo, un referente cultural de América Latina. Desde que irrumpió con discos como Siembra (1978), ha llevado la salsa más allá del baile: la convirtió en una crónica de los barrios, las luchas sociales, los sueños y contradicciones del continente.
Sus canciones son parte del repertorio emocional de varias generaciones. Decisiones, Buscando América, Plástico, Ligia Elena o Amor y control no solo se bailan: se escuchan con atención. Tienen mensaje, humor, ironía y compasión. En cada verso, Blades ha sabido contar nuestras historias con voz propia.
Este concierto es el último del programa gratuito que ofreció el Gobierno de Oaxaca para cerrar las celebraciones de la Guelaguetza 2025. Y aunque la noche llega, la fiesta ya comenzó.
Rubén Blades es Rubén Blades, el brillo lo pone él, el ritmo es todo suyo, no necesitó luces ni producción: bastó su presencia y su música para encender el corazón de Oaxaca.