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La nueva Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entrará en vigor el primero de enero de 2022 y es el instrumento fundamental para identificar tendencias y estadísticas de salud global con alrededor de 55,000 códigos de enfermedades y causas de muerte, aseguró el Dr. Joao Batista Santos García, presidente de la Federación Latinoamericana de Asociaciones para el Estudio del Dolor (FEDELAT).
El documento proporciona un lenguaje común que permite a los profesionales de la salud compartir información médica a nivel mundial, con un 300% más clasificaciones que su antecesora, la CIE-10 publicada en 1990, la cual contenía 14,400 ítems, señaló el Dr. Santos García en el Master Class Change Pain, realizado en el XL Congreso Internacional de Dolor y Cuidados Paliativos, organizado por la Asociación Mexicana de Estudio y Tratamiento del Dolor (AMETD).
Uno de los datos relevantes de la CIE-11 es la inclusión –por primera vez- del dolor crónico como una enfermedad en sí misma, donde ya no existe la dicotomía del dolor físico o psicológico y tampoco está el dolor funcional, que es un término ambiguo.
El Dr. Joao Batista explicó que en la nueva clasificación existen el dolor primario y el dolor secundario.
El dolor primario crónico, se define como dolor en una o más regiones anatómicas que:
1. Persiste o se repite durante más de 3 meses juntos.
2. Se asocia con angustia emocional significativa (por ejemplo, ansiedad, irá, frustración o estado de ánimo deprimido) y/o discapacidad funcional significativa, que interfiere con las actividades de la vida diaria y la participación en roles sociales.
3. Se caracteriza por discapacidad o angustia emocional y no se explica mejor con otro diagnóstico de dolor crónico.
Mientras que el dolor crónico secundario, es un síntoma de una afectación subyacente, organizado en las siguientes seis categorías:
1. El dolor crónico relacionado con el cáncer, incluyendo su tratamiento, la quimioterapia.
2. El dolor crónico postquirúrgico o postraumático, que se desarrolla o aumenta en intensidad después de un traumatismo tisular.
3. El dolor neuropático crónico, causado por una lesión o enfermedad del sistema nervioso somatosensorial. El dolor neuropático periférico y central se clasifica aquí.
4. La cefalea secundaria crónica o el dolor orofacial.
5. El dolor visceral secundario crónico, derivado de una infección subyacente que se origina en los órganos internos de la cabeza, el cuello, en las regiones torácica abdominal o pélvico, que puede ser por inflamación persistente, articulares o factores mecánicos.
6. El dolor musculoesquelético secundario crónico que afecta huesos, articulaciones y tendones, debido a una enfermedad subyacente clasificada en otra parte.
Asimismo, destacó que el impacto en la práctica médica de la CIE-11 permitirá contar con la representación del dolor crónico en las estadísticas de salud mundial, lo que puede influir en las políticas públicas y la asignación de recursos para la prevención, el tratamiento, la rehabilitación y la investigación que contribuyan a solucionar este problema de salud pública que aqueja al 30% de la población en Latinoamérica.
En el caso de dolor crónico primario, se fomenta específicamente la identificación de los contribuyentes fisiológicos, psicológicos y sociales, allanando el camino para intervenciones multimodales que puedan abordar estos factores y mejorar potencialmente los resultados del tratamiento, agregó.
Señaló que con al CIE-11, serán por lo menos tres los beneficios importantes para los pacientes con dolor crónico secundario:
1. Tratamiento personalizado que incorpora medicación analgésica, terapias contra el cáncer, cirugía o intervenciones no farmacológicas como fisioterapia o terapia cognitivo-conductual;
2. Activar el apoyo para que el paciente promueva su autocuidado a través de intervenciones educativas, y estrategias de afrontamiento;
3. Más referencias a expertos para algunos pacientes, sobre el dolor multimodal, procesos intervencionistas o procedimientos analgésicos intraespinales.
Esto es muy importante porque tenemos millones de personas con cáncer en toda Latinoamérica. En mi país (Brasil), por ejemplo, tenemos cerca de 700 mil nuevos casos de cáncer en 2021, sin embargo, existen muchos más que ya estaban y de estos pacientes, la gran mayoría tienen dolor fuerte, aseguró Joao Batista, vicepresidente de la Academia Nacional de Cuidados paliativos (ANCP).
Otras nuevas afecciones que se han incluido en la CIE-11 son los trastornos del juego, el estrés postraumático, una mejor alineación en los códigos de resistencia a los antimicrobianos y la salud sexual, con la incongruencia de género actualizada, entre muchos más códigos.
“Creo que en los próximos años con la CIE-11, con esta nueva clasificación, vamos a poder avanzar en el diagnóstico y tratamiento del dolor, y espero muchísimo que los países de Latinoamérica puedan lo más rápidamente posible poner esta nueva clasificación en práctica y también que nosotros como profesionales en instituciones que están involucrados con el dolor, sepamos que tenemos que posicionarnos y pedir que este tipo de clasificación sea lo más prontamente utilizada en nuestros países”, concluyó.
La participación del Dr. Joao Batista Santos, se dio en el marco de la Master Class Change Pain del XL Congreso Internacional de Dolor y Cuidados Paliativos, organizado por la Asociación Mexicana de Estudio y Tratamiento del Dolor (AMETD).
Change Pain, es una iniciativa de Grünenthal, que forma parte de su programa bandera de educación médica continua.
En los últimos 10 años, Change Pain ha capacitado a miles de médicos y enfermeras con cursos certificados y herramientas de primer nivel, para enfrentar a diario el desafío de diagnosticar, tratar y rehabilitar a los pacientes con dolor crónico, explicó la líder del proyecto, la doctora María Antonieta Rico, especialista en dolor, radicada en Santiago de Chile.
La Dra. Rico, aprovechó su mensaje dentro de la Master Class, para señalar que la formación académica sobre dolor en las universidades de América Latina va mucho más lenta que las necesidades de miles de pacientes, considerando que el dolor crónico afecta, en distinta medida, a un tercio de la población adulta de la región, por lo que es un problema de salud pública, muy central.
“Por otra parte, el reciente reconocimiento de la Organización Mundial de la Salud del dolor crónico como una enfermedad en sí misma y la inesperada incursión en los registros internacionales de esa enfermedad, ahora hace que las necesidades de educación sean muy urgentes”, agregó la líder de Change Pain de Grünenthal.
Asimismo, señaló que “las políticas públicas sobre dolor crónico van muy lentas en nuestros países, así como su financiamiento, por lo que no puede ir lenta la formación en el conocimiento, para tratar adecuadamente a los enfermos con dolor crónico hoy en día”.
“Este es el mayor desafío de Change Pain, educar de forma seria, sensible y gratuita a profesionales de todos los países. Más que antes, ahora necesitamos estar bien preparados para prevenir la enfermedad del dolor crónico y tratar a tantos latinoamericanos”, concluyó.
La Master Class Change Pain se realizó previo a la clausura del XL Congreso Internacional de Dolor y Cuidados Paliativos, organizado por la AMETD, presidida por la médico paliativista-intervencionista, Dra. María del Rocío Guillén Núñez, el cual tuvo verificativo en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, del 27 al 30 de octubre de 2021.