Historia y literatura dan vida a La dulce tinta de Al-Jawater
CIUDAD DE MÉXICO, 4 de marzo de 2018.- En un acto realizado este domingo en el Palacio de Minería, en el marco de la 39ª Feria Internacional del Libro, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), declaró inscrita como Memoria del Mundo, a la Colección de 305 Expedientes en Lenguas Indígenas de Teposcolula y Villa Alta, que datan de 1570 a 1816, conservada en el Archivo Histórico del Poder Judicial del Estado de Oaxaca (AHPJO).
En un comunicado, el Poder Judicial informó que en reconocimiento a este destacado trabajo en la preservación y conservación de valiosos documentos que conforman el acervo histórico del Poder Judicial, el Presidente del Honorable Tribunal Superior de Justicia, magistrado Raúl Bolaños Cacho, recibió el Diploma que acredita la inscripción de este valioso acervo histórico-jurídico, de manos de la presidenta del Comité Mexicano Memoria del Mundo, Maestra Catherine Bloch Gerschel.
En su mensaje, Bolaños Cacho dijo que “este reconocimiento destaca el hecho poco conocido de que muchas comunidades de Oaxaca cultivaron fuertes tradiciones de escribir en su idioma o en el náhuatl, esta última llamada ‘lengua general’, durante los últimos años de la Colonia.
El proceso de independencia de México puso fin a estas tradiciones pero sus testimonios se conservan en los archivos históricos de Oaxaca”, aseguró en presencia del filántropo Alfredo Harp Helú y de la doctora María Isabel Grañén Porrúa, directora de la Fundación Alfredo Harp Helú.
Acerca de la colección reconocida por la Unesco, precisó que son cientos de documentos escritos en zapoteco, mixteco, chocholteco y náhuatl, testimonios lingüísticos e históricos de las comunidades de Oaxaca y muestra extraordinaria del arte de escribir en las lenguas indígenas de las Américas.
El Poder Judicial del Estado de Oaxaca, es pionero en la preservación y conservación de un valioso acervo histórico-jurídico, que consta de más de 130 mil documentos trascendentales, que fueron generados por las instituciones de impartición de justicia del Estado, desde su creación hasta 1949, los cuales constituyen un patrimonio de todos los oaxaqueños.
El Poder Judicial presentó su postulación ante la Unesco, para obtener esta distinción, en coordinación con la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova de la Fundación Alfredo Harp Helú, cuyo acervo también fue inscrito en el Registro Memoria del Mundo de la UNESCO.