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OAXACA, Oax., 1 de octubre de 2017.- Desde el principio de la reconstrucción habrá que cuidar que toda labor esté libre de intereses, oportunismo político y de protagonismo; serán tentaciones para algunos, de allí la necesidad de instrumentar bien la transparencia y rendición de cuentas, afirmó el arzobispo de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca, José Luis Chávez Botello.
Dijo que será una etapa larga y fatigosa de años que requiere ya equiparnos de disponibilidad, organización y capacitación para servir mejor; diseñar el proyecto de reconstrucción por quienes tienen responsabilidad, capacitad, honestidad para servir al bien común.
Todos estamos llamados a colaborar, manifestó.
En conferencia de prensa al término de la misa dominical del mediodía en la Catedral Metropolitana, resaltó que aún estamos en la etapa de emergencia.
Urge no bajar los brazos ni desinformar, desalentar o dividir. Para emprender juntos la reconstrucción será necesario encuentros de información y sensibilización para conocer y mejorar el proyecto, talleres de participación y capacitación a diferentes niveles, puntualizó el arzobispo.
Agregó que los sismos del pasado 7 y 19 de septiembre han dejado destrucción y muerte de cientos de personas y a otras heridas y dañadas psicológicamente, junto al dolor por la pérdida irreparable de tantos muertos, están los cuantiosos daños de casas, fuentes de trabajo, escuelas, edificios públicos y templos.
El arzobispo Chávez Botello consideró que todo esto pone al descubierto la fragilidad y limitación humana que doblega toda soberbia, egoísmo y ambición; pero también muestra la grandeza de corazón de miles de personas para compartir, servir y entregarse por los demás con todo lo que tienen.
Destacó que es necesario un proyecto concreto en el que la participación activa, consciente y responsable en la reconstrucción material vaya de la mano con la reconstrucción del tejido social.
Por otra parte, el representante de la iglesia católica hizo un llamado a evitar la desinformación y manejar con responsabilidad lo que se quiere dar a conocer a la sociedad.
Reconoció que la situación de un supuesto asalto a voluntarios católicos que llevaban ayuda al Istmo y que finalmente se trató de una situación ocurrida en otro estado, desalentó los donativos y varios tráileres con ayuda para Oaxaca se desviaron a otros lugares.
En lo que respecta a los templos católicos dañados por los sismos, confirmó que son 17 los que fueron cerrados por afectaciones graves y otros 45 con afectaciones parciales. En esta labor, dijo, se cuenta con el apoyo de especialistas que evalúan cada uno de los inmuebles.