Día 23. Por oportunismo, crisis en Ciencias Políticas de la UNAM
CIUDAD DE MÉXICO, 2 de enero de 2017.- Ya llegó 2017, con una sensación popular de incertidumbre, tanto por la estabilidad laboral, como las perspectivas de bienestar de sus familias. La prensa en estos días es ilustrativa del ánimo social.
Por el momento, hay preocupación en los gobernadores, particularmente los de algunos estados, que por cierto no están bien informados, sin embargo piden una reunión para que se les explique; no obstante, no van a poder revertir lo que está sucediendo porque esto les significa más ingresos. Eso lo comentaré en otro momento.
Hoy resulta central mencionar se recuperen voces que representen a la sociedad civil que reclama respuestas y soluciones, voces que no se ven como antes, como es el caso del Colegio Nacional de Economistas, que jugó un importante papel como miembro de la sociedad civil, con propuestas alternativas viables, siempre razonadas Sus miembros pueden empezar a manifestar su visión al respecto.
Por otro lado esta la voz de las universidades, hay más de 47 escuelas y facultades de economía en el País, por supuesto que con visiones distintas, pero todas orientadas a mejorar las condiciones de vida en nuestra sociedad y todas interesadas en recuperar el crecimiento económico.
Dos ejemplos de voces que pueden y deben resurgir, una la convocatoria que en su momento hicieron Armando Labra y Julio Zamora Batiz. A nombre de la UNAM y convocaron a los economistas de las fundaciones de los principales partidos políticos a diseñar dos propuestas, uno sobre la reforma fiscal y otra sobre el federalismo hacendario. Por otro lado el Taller de indicadores de la Facultad de Economía, que permitía tener una visión alternativa del comportamiento de los precios, particularmente de los productos básicos. Están los Institutos de investigaciones, notablemente el de investigaciones económicas, donde están economistas destacados riqueza en la Cámara de la UNAM y el IPN. Por ejemplo tenemos a Alicia Girón quien dirige hoy la revista del Instituto y el de Investigaciones Jurídicas, cuyo prestigio está fuera de toda duda.
Por otro lado hay una gran riqueza intelectual y política en los Centros de Estudio de la Cámara de Diputados, empezando por el de estudios de finanzas públicas. Tienen recursos y son escuchados por los legisladores. Es momento que sus trabajos sean más conocidos por la opinión pública, ávida de análisis y propuestas sensatas y comprometidas con la realidad nacional.
Por supuesto los organismos de la sociedad civil que hacen aportaciones oportunas como el Instituto Mexicano para la Competitividad, el IMCO, México Evalúa, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, entre otros. La fundación Espinoza Iglesias, etcétera.