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CIUDAD DE MÉXICO, 7 de septiembre de 2019.- Habrá que recordar que en las pasadas elecciones presidenciales el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) tuvo una transmutación importante, pasó de ser el eterno acompañante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al segmentarse por entidad federativa por conveniencias locales. Justo ahí empezó una oportunidad que le podría permitir liberarse de muchas cargas negativas –que es vital que lo hagan-, solo sí se empeñan a redefinir las causas del PVEM para reposicionarse.
Con el triunfo para la Presidencia de México de Andrés Manuel López Obrador, arribó al país la oleada internacional de la izquierda y de personajes identificados como populistas. Sí el electorado mexicano no escapó de esa megatendencia, de liderazgos con poderosa narrativa, muy probablemente tampoco se escapará del incremento popular de los partidos verdes que están subiendo posiciones tanto en Europa, como en Estados Unidos. De ser ahí, esa es la otra oportunidad del PVEM.
Una tercera oportunidad que se le presenta al PVEM está en el segmento de los jóvenes milenials y centenials, que en México son el mayor grueso de la votación. Esta generación cree en las causas, ya no cree en las luchas (ese el error del priismo, mueven y articulan en sus narrativas “la lucha social”); la plataforma política del Verde Mexicano se ha movido desde siempre en las causas, que van desde las juveniles, ecologistas, hasta de las tribus sociales.
El PVEM podría acariciar la posibilidad de conseguir posicionarse como la tercera fuerza política del país en las siguientes elecciones para 2024 (no les alcanza para las contiendas electorales de 2020) y teniendo en cuenta esas tres oportunidades: una, dejar de ser el parásito del PRI; dos, aprovechar la megatendencia internacional del votante; más una tercera, consagrarse como el partido de las causas en la base electoral más grande de México.
Cierto, hay dos generaciones de votantes que tienen en su memoria aquel partido de los junior’s que volcaron al PVEM en una serie de escándalos, formado de la élite juvenil, y hasta que fue la agencia publicitaria del PRI. Sin embargo, es notorio que están dejando atrás esos estigmas, pero sobretodo hay dos nuevas generaciones que no recuerda nada de lo anterior, incluso hasta por sus propias conductas sociales son asuntos que no les interesa.
Políticamente es importante recordar que en las pasadas elecciones, el PVEM jugó como pseudo aliado del Partido Acción Nacional (PAN) en Tamaulipas, coaligado del PRI en Oaxaca, y entregado al Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) en Chiapas. Mal visto por muchos políticos, pero una estrategia que ahora le permite la actual transfiguración, solo sí cortan de tajo los viejos vicios que tenían hasta hace un poco más de una década.
Habrá que estar atentos en los movimientos que se están haciendo en Tamaulipas, Nuevo León, Estado de México, Oaxaca. ¿Qué pasará con los negocios que hacían dos personajes que tenían secuestrado el partido estatal desde el sur tamaulipeco? Incluso ¿Qué pasará con Federico Madrazo que casi ya tenía la gubernatura de Tabasco para 2024? ¿Y tú, qué opinas? www.daviddorantes.com