La Constitución de 1854 y la crisis de México
Hugo Félix Clímaco
Presidente del Colegio de Economistas de Oaxaca
OAXACA, Oax., 18 de febrero de 2018.- Es muy pronto para saberlo. Aunque AMLO es el único precandidato que publicó un extenso Proyecto de Nación, cuyas propuestas están contenidas en su libro “2018 La Salida” publicado en abril de 2017, se trata de una recopilación escrita de todas las quejas y críticas que verbalmente ha hecho sobre el desempeño de las administraciones pasadas, por lo que dista mucho de ser un documento técnico que explique la difícil ejecución de sus “principios rectores”, que se parecen más a las líneas discursivas sobre sus promesas de campaña.
Dada la gran cantidad de temas me enfocaré en sus propuestas sobre política tributaria, empleo, zonas económicas especiales, infraestructura y TLCAN, dejando para otra ocasión otros temas así como la plataforma electoral en el área económica.
En política tributaria, el Proyecto de Nación de AMLO propone “contribuir a la estabilidad macroeconómica, sin aumentar las tasas impositivas ni creando nuevos impuestos” y sin recurrir a incrementos de la deuda pública para cubrir el gasto corriente del Gobierno.
Para ello aplicaría una “Austeridad Republicana”, que al reducir los «onerosos sueldos de la alta burocracia se van a liberar como 300,000 millones de pesos al año con este plan», demagogia pura irrealizable por los derechos adquiridos laborables de dicha burocracia, nunca se ha visto un ajuste de tal alcance y, sobre todo, el impacto macro está sobredimensionado.
Otra propuesta en materia económica es «elevar los salarios promedio de los trabajadores en todos los sectores de la economía a través de una política industrial y sectorial transversal en donde se cree un mar de oportunidades y un terreno propicio para buscar nuevas fuentes de riqueza»
¿Cómo va a generar ese cambio? ¿No importa la relación con la productividad? ¿Lo habló ya con algún empresario aparte de Alfonso Romo a quien otros empresarios regios no quieren? ¿Qué impacto en la inflación y endeudamiento generaría? ¿La economía mexicana lo puede afrontar?
Respecto a las Zonas Económicas Especiales, reconoce que el proyecto tiene “el contenido correcto de incentivos a la inversión y el empleo, pero en muchos casos carecen del acceso geográfico inmediato a mercados, lo cual hace que su tasa de retorno varíe mucho según las circunstancias de cada uno”.
En su lugar, propone el Proyecto de Zona Económica Libre en toda la frontera norte del país para “rescatar el potencial de una zona que ha perdido capacidad económica en las últimas décadas y generación de empleo a migrantes.”
Algo no muy novedoso pues es lo que se viene haciendo desde hace varios años, así como regresivo en términos de distribución del ingreso al dejar de lado el impulso a la productividad de las regiones rezagadas.
Sobre la diversificación de las exportaciones y la integración regional entre México, Estados Unidos y Canadá, AMLO propone la creación de dos programas para “incrementar las exportaciones de las empresas y promover la incorporación de contenido regional en los productos importados por estos países”.
Tranquilizante, pues dará continuidad a la política exterior implementada desde hace varios años con el apoyo de las delegaciones en el extranjero de la Secretaria de Relaciones Exteriores y de PROMEXICO.
Sobre el tema de infraestructura, AMLO pretende cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y propone crear un fondo mixto de inversión pública y privada para detonar proyectos de infraestructura, que de acuerdo con sus cálculos, “se traduciría en 25 a 30 proyectos de alto impacto a nivel nacional para el sexenio 2018 a 2024”.
Sin embargo, no se menciona de qué obras se trata y los detalles sobre el impacto económico de las mismas, por lo que dista mucho de ser creíble que será un vehículo de inversión pública y privada para detonar proyectos de gran escala.
Las propuestas económicas planteadas por AMLO en su Proyecto de Nación de más de 500 páginas están fuera de contexto en el que México enfrentará un escenario sumamente complejo por el entorno político nacional e internacional, donde se combinan la reforma fiscal de Estados Unidos y la renegociación del TLCAN junto con las presiones inflacionarias y la depreciación del preso, ya que son difíciles de ejecutar y muchas de ellas inverosímiles porque implican un reto enorme y costoso que sería difícil de asumir, pues no se explica verdaderamente cómo hacerlo.