Una semana intensa y…
CIUDAD DE MÉXICO, 12 de junio de 2020.- Como no hay plazo que no se cumpla ni mentira que dure cien años, ya arrancó el proceso electoral del 2021; elección que podría significar el principio del fin del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Por eso, porque la realidad empieza a pisar los talones del fallido gobierno de Obrador, el presidente también empieza a mandar señales y a marcar su territorio.
¿Y cuáles son esas señales y cuál es el territorio presidencial?
¿Cuál es el mensaje de fondo que pretende enviar –y que envía–, el presidente con la persecución al gobernador de Jalisco?
¿Cuál es el mensaje que intenta mandar –y que manda–, López Obrador con mentiras como la supuesta rebelión de los conservadores y de la derecha en su contra, motejada como BOA?
¿Cuál es el mensaje del mandatario mexicano cuando dice, medio en serio y medio en juego, que aspira a que sólo existan dos partidos políticos en México; conservadores y liberales?
¿Cuál es el mensaje que intenta sembrar en el animo colectivo –desde la tribuna de Palacio–, un presidente que un día sí y otro también descalifica al INE y a los contrapesos?
¿Cuál es el mensaje del partido en el poder, Morena, cuando en la Ciudad de México propone aplazar los procesos electorales previstos para el 2021, ¿con argumentos ridículos que no se sostienen más que por su mayoría en la capital del país?
Los mensajes son muchos, pero, sobre todo, son perfectamente claros.
1.- El primer mensaje es que el presidente mismo, desde Palacio, dio el banderazo de salida al proceso electoral del 2021; proceso que por ningún motivo permitirá que se le salga de control.
2.- Y es que, al más añejo estilo del viejo PRI, –y como no ocurría en los años recientes–, el presidente mexicano será el primer promotor del voto a favor de su partido y de su proyecto –a través del más grande despliegue de clientelismo en la historia–, para hacer todo lo necesario –incluido el fraude–, para alzarse con la victoria en todos los procesos electorales del 2021.
3.- Y es que cuando Obrador manda a sus leales –como la señora Citlalli Ibáñez, alias Yeidckol–, a operar un estate quieto contra un gobernador como el de Jalisco, Enrique Alfaro, en el fondo manda un mensaje a todos los mandatarios estatales de que su gobierno no tolerará que en los Estados se opere el voto contra Morena.
4.- ¿Y por qué un mensaje a los gobernadores? Porque todos saben que los mandatarios estatales son quienes operan la elección de los diputados federales, locales y alcaldes. El mensaje es claro: ¡hay de aquel que se atreva a mover votos contra Morena…!
5.- Pero la venganza contra el mandatario estatal de Jalisco es un mensaje entre iguales, entre políticos. Existe otra señal aún más potente y más preocupante; el mensaje a los empresarios, a los ciudadanos y, sobre todo, a los críticos y a los medios. Ese es el mensaje del supuesto complot, llamado BOA, que mete en el mismo saco a todos los que han expresado su rechazo a un gobierno mentiroso e ineficaz.
6.- Pero el mensaje del BOA va mucho más lejos que una mera ocurrencia y un mero montaje. En realidad, se trata de una advertencia velada de que todos aquellos que participen en organizaciones civiles opositoras contra el gobierno de López y contra su partido, podrían ser perseguidos. Incluso llevados a prisión.
7.- Por eso el mensaje de que es momento de definiciones; momento de que digan si están con la fallida transformación de López o están en contra. Y por eso el presidente desliza la especie de que sólo habrá dos tipos de mexicanos y que aspira a que sólo existan dos particos políticos; el partido conservador y el partido liberal.
8.- Y si sólo existen dos partidos –como propone Andrés Manuel López Obrador –, para qué servirá el costoso INE, al que Obrador le ha echado el ojo para destruirlo y para canalizar ese dinero al clientelismo electorero de Morena. Y si el INE independiente, no habrá ninguna certeza de elecciones limpias, creíbles, equitativas, legales…
9.- Y entonces lo que viene será un fraude monstruoso, operado desde el propio gobierno de López Obrador, desde Palacio –al estilo de Bartlett–, en medio de la mayor crisis económica política y social de la historia; de la más peligrosa anemia de los partidos opositores y en medio de una inminente revuelta social producto del hambre, el desempleo y la pobreza.
10.- Por eso, en prevención de lo que viene ante el fracaso estrepitoso del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en todo el país, pero sobre todo en Ciudad de México, el Congreso de la capital del país ya solicitó al INE que la elección del 2021 se aplace. ¿Por qué? Por la violencia contra las mujeres.
¿Entendieron los mensajes? ¡Están perfectamente claros! ¿O será que luego del proceso electoral del 2021, veremos de nuevo a intelectuales sorprendidos y periodistas arrepentidos?
Al tiempo.