Día 18. Genaro, víctima de la seguridad nacional de EU
Sólo era cuestión de tiempo.
Sí, hoy las amenazas a periodistas no sólo vienen del presidente sino de las bandas criminales aliadas de López Obrador.
Es decir, asistimos al uso del terror como forma de censura, control político y sometimiento a periodistas, opinadores y dueños de medios.
El peor de los mundos para los periodistas; la amenaza de muerte, el terror, la vida a cambio del silencio.
“Silencio o plomo”, parece la consigna que avala el propio presidente López.
Y es que si a diario Obrador amenaza, sataniza, difama y calumnia a los periodistas y a los dueños de medios, gustosos los jefes de bandas criminales no sólo amenazan, sino que satanizan, difaman y calumnian a los críticos de sus actividades ilegales y de su alianza con el gobierno de López.
Sí, al final se hizo realidad lo que dijimos aquí en muchas ocasiones; que para el gobierno de AMLO “el mejor periodista es el periodista muerto”.
Pero lo peor es que el brazo represor y criminal que hará el trabajo sucio de Palacio son bandas como el CJNG, que apenas ayer difundió en redes sociales un video en el que amenazan a la conductora de Milenio, Azucena Uresti, además de distintos medios de comunicación.
Y sí, frente a los hechos, debemos volver al clásico: “se los dije”.
¿Por qué?
Porque la entrega de Al Tiempo, del 28 de octubre de 2019, para Contrapeso Ciudadano –titulada: “El odio de AMLO a los periodistas” –, terminó de la siguiente manera.
“Si aún tienen dudas de que para Obrador el mejor periodista es el periodista muerto, basta echarle una mirada a la investigación oficial de la muerte de 18 comunicadores en lo que va de la gestión de López (Hoy gestión de 32 meses).
“¿Y qué creen?
“Sí, que nadie, ni los gobiernos estatales ni el gobierno federal, ni la fiscalía general ni nadie ha investigado nada.
“Y el problema parece aún mayor si recordamos que con la reciente alianza que se habría establecido entre las bandas criminales y el gobierno de López Obrador los matarifes del crimen organizado se podrían convertir en los verdugos de los periodistas”. (Fin de la cita)
Sí, hace 23 meses aquí se dijo que el odio de AMLO a los periodistas se traduciría en odio de las bandas criminales hacia los periodistas.
O si se quiere, resulta que “el trabajo sucio” contra los periodistas lo harían los aliados criminales del gobierno de Obrador; los narcos.
Y si dudan el (CJNG) lo probó ayer.
Pero tampoco es nuevo que el autoritarismo de los autócratas pone en peligro a periodistas y ciudadanos a causa de la intolerancia oficial.
Para ejemplificar el riesgo de la descalificación irresponsable a medios y periodistas que comete todo presidente, repetimos el artículo que el 10 de enero de 1997 –hace 23 años–, publicó Gastón García Cantú en Excélsior.
Dijo: “Un presidente mexicano, por el poder de que dispone, al censurar personas o acciones, condena.
“Y la condena, en nuestro sistema, termina en persecución.
“La libertad de expresión, cuya corona es la crítica, ha sido dañada irreparablemente. No sólo afecta a periodistas mexicanos o afiliados a los partidos de oposición sino a corresponsales extranjeros.
“La defensa de la obra de un gobierno no puede convertirse en censura abierta porque se descendería en lo que ha sido rechazado: la dictadura.
“Por eso, los discursos presidenciales contra la crítica deben revisarse por salud moral”. (Fin de la cita)
Sí, detrás de la amenaza del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) está la irresponsabilidad del presidente Obrador, a quien se debe exigir poner fin a la alianza con las bandas criminales y que asuma su obligación no sólo de velar por la vida de los periodistas amenazados, sino de llevar preso al matarife que amenazó a Azucena Uresti y a muchos otros medios.
Pero hay más.
El 23 de octubre del 2020, en la entrega del Itinerario Político titulada: “Lista Negra, para satanizar críticos”, comparamos las “listas negras de periodistas” de Obrador, con las “listas negras” de los facistas del mundo.
Así lo señalamos: “el presidente mexicano confirmó que el suyo no es un gobierno democrático sino una vulgar tiranía intolerante a la crítica.
“Y es que, en los regímenes totalitarios, fascistas y en las dictaduras, todo aquel ciudadano, grupo social o partido opositor que expresa una opinión contraria al régimen, es considerado “subversivo”, “neoliberal”, “enemigo del pueblo”, “peligroso” y, sobre todo, “contrario al cambio”.
En la mayoría de las dictaduras los nombres de los críticos, opositores, subversivos y quienes acusan las pulsiones perversas del dictador, “son metidos al “saco común” conocido históricamente como “la lista negra”, que supone el inventario de los enemigos del régimen.
“Pero la “lista negra” tampoco es exclusiva de los regímenes dictatoriales del llamado socialismo o comunismo.
“No, en Estados Unidos, en “el periodo negro” del “macartismo” –así conocido por el ultraconservador senador norteamericano Joseph McCarthy –, los “enemigos de Estados Unidos” a los que se catalogaba como “izquierdosos”, fueron parte de una “lista negra” y perseguidos bajo el cargo de “comunistas”.
“Entre otros fueron perseguidos, Charles Chaplin, Humphrey Bogart y Katherine Hepburn, además de directores como John Houston y guionistas como Ling Landner.
“Lo cierto es que la “lista negra” –de políticos, periodistas, enemigos, empresarios o adversarios–, es propia de una dictadura.
“Más aún, la “lista negra” es la confirmación de la venganza y el rencor sociales propios de las dictaduras, en los gobiernos represores y en las tiranías.
“Por ejemplo, en el fascismo italiano –durante el terror dictatorial de Mussolini–, la “lista negra” era reservada para los periodistas y opositores, a quienes el dictador amenazaba de manera cotidiana en la plaza pública.
“Incluso, el dictador italiano –verdadero alter ego de López Obrador–, ordenó el asesinato de los más reputados opositores y periodistas; crímenes de Estado que cínicamente reconoció el propio Mussolini, quien llegó al extremo de convertirlos en actos heróicos.
“En el caso de la dictadura de Hitler, la “lista negra” incluía una mayoría de judíos; entre quienes había periodistas, opositores, artistas, empresarios… millones de ellos asesinados por la mente criminal del dictador germánico.
“En la España de Franco, la “lista negra” la integraban, sobre todo, los republicanos y disidentes; miles de españoles muertos en fusilamientos sumarios –por el delito de disentir y oponerse a la dictadura–; crímenes que por años fueron ocultados al mundo.
“En Chile, la “lista negra” la nutrían quienes se oponían, criticaban y apelaban a libertades básicas. Y miles dieron la vida por esas libertades elementales.
“Hoy, en el México de López Obrador, la “lista negra” está reservada –igual que en el caso de los sátrapas de la historia universal–, para periodistas, intelectuales, críticos y opositores.
“Pero contrario a las dictaduras, “la lista negra” de Obrador va de la mano de los dueños de los medios, quienes hacen el “trabajo sucio” del dictador” (Fin de la cita).
Pero hay más: el 18 de junio del 2020 publicamos el Itinerario Político con el sigientre título: “¡AMLO facilitó el crimen del juez!”.
Aquí un resumen de ese texto: “¿Quién mata a un juez?
“¿Por qué una mano criminal llega al extremo de ordenar quitarle la vida, de manera violenta, a un juzgador?
“¿De qué tamaño es el poder que ostenta el autor intelectual de la muerte de un juez, como para enfrentar, de manera violenta, al poder del Estado?
“¿De qué tamaño es la impunidad de la que gozan las bandas criminales mexicanas, en el gobierno de López Obrador, para que un jefe mafioso ordene matar sin pudor, no sólo a un juez, sino a su esposa?
“¿Por qué razón, el gremio de los juzgadores, igual que el de los periodistas –entre otros gremios–, están bajo fuego de las bandas criminales?
“¿Por qué aquí preguntamos sobre los motivos del crimen de un juez, ultimado el pasado martes, por sicarios que dispararon contra él y su esposa?
“La razón de acudir al método de la pregunta es elemental; porque en la respuesta a tales interrogantes encontraremos la autoría intelectual no de uno, ni dos, sino de cuatro jueces asesinados en 19 meses, del gobierno de Obrador.
“Sí, por si no lo saben, en el gobierno de AMLO han sido asesinados cuatro jueces, 22 periodistas, casi 60 mil mexicanos de manera violenta y casi han muerto 20 mil mexicanos por Covid-19.
“Sí, a querer o no, el de AMLO es el gobierno de la muerte.
“Pero vamos por partes.
“1.- Si han asesinado a cuatro jueces en 19 meses, en un gobierno como el de Obrador, lo primero que debemos ponderar es que el Sistema Judicial mantiene viva una parte fundamental de anticuerpos, como la independencia, a pesar de que por orden presidencial se les retiró la escolta a los jueces.
“Sí, a los jueces se les quito la escolta. Aún así, queda claro que no todo el sistema está podrido. De lo contrario, no se habría producido el crimen de ninguno de los cuatro jueces.
“2.- Y es que el crimen de un juez o de un periodista es producto de una venganza criminal, ante la imposibilidad de someter al juzgador o de callar al periodista, por los métodos clásicos de la corruptela.
“En pocas palabras, quien ordena asesinar a un juez o un periodista, no sólo cobra venganza, sino que anula la “justicia” o consigue la “censura”.
“3.- De igual manera, el crimen de un juez o un periodista también son un poderoso mensaje ejemplar. Y todos los jueces y los periodistas saben quién manda y qué le pasa al que no obedece.
“4.- Pero en cualquier parte del mundo matar a un juez y/o a un periodista no es un tema menor. Un crimen de esa naturaleza requiere, por lo general, un poder capaz de contener y/o pactar con las fuerzas del Estado.
“5.- Y aquí “todo hace sentido”. O, si se quiere, aquí es “donde la puerca tuerce el rabo”. ¿Por qué?
“Porque las principales bandas criminales mexicanas no sólo le tomaron la medida al gobierno de López Obrador –luego del apapacho al “Cártel de El Chapo”–, sino que el candidato Obrador debe costosas facturas ya que tomó dinero negro de esas bandas criminales.
“6.- Y es que el crimen de un juez y/o de un periodista tampoco son sólo una venganza o un intento de censura. No, también son un mensaje al poder presidencial en turno.
“¿Qué le debe el presidente Obrador al jefe del “Cartel Jalisco Nueva Generación”, al mítico “Mencho”, como para que el cobro de la deuda sea en la vida de un juez federal y de su esposa?
¿Qué es lo que no ha cumplido AMLO a favor de “El Mencho”, para que la respuesta criminal haya sido el asesinato de un juez federal?
“7.- En el fondo, lo que estamos viendo es el cobro de facturas de las bandas criminales, como la de “El Mencho”, a un gobierno que no cumple lo prometido.
“8.- Y es que aquí lo dijimos apenas el martes pasado; una fuente militar nos confirmó que el fin de semana último, fuerzas castrenses capturaron a “El Mencho” y, por orden presidencial, lo dejaron en libertad.
Pero resulta que “El Mencho” no perdona y la respuesta a esa captura y posterior liberación habría sido la orden de asesinar a un juez federal.
“9.- En pocas palabras, resulta que el gobierno de AMLO es rehén de los grupos criminales; mafias a las que no habría cumplido lo pactado y, por tanto, mandan los únicos mensajes que conocen; los mensajes de muerte.
“10.- Pero queda una pregunta pendiente. ¿Quién brinda protección a los jueces y a los periodistas; quién brinda protección a los ciudadanos, en general, cuando el gobierno ha sido sometido por las bandas criminales?
“Lo cierto es que, en el gobierno de López Obrador, los ciudadanos estamos solos; solos ante el crimen, solos ante el desempleo, la pobreza, la enfermedad y la pandemia.
“El de López Obrador es lo más parecido a un naufragio; es el grito de un capitán que por su impericia llevó su barco al fondo del mar: “¡sálvese quien pueda! Al tiempo”. (Otra vez, fin de la cita del Itinerario Político del 18 de junio del 2020).
Hoy preguntamos de nueva cuenta: ¿Quién llevará a prisión al criminal López Obrador?
Al tiempo.