Día 18. Genaro, víctima de la seguridad nacional de EU
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de septiembre de 2020.- Ante la tragedia sanitaria, económica y de violencia que vive México, ya son pocos los que dudan que al gobierno federal y al propio presidente nada les importa la vida humana; menos la salud de los ciudadanos, el bienestar y tampoco le preocupa atender a los pobres.
Lo importante para López Obrador, para su gobierno y su partido es mantenerse en el poder; vivir en un Palacio y vaciar las arcas públicas.
Sí, el de AMLO es el peor gobierno de la historia si comparamos el tamaño de la tragedia humana provocada por las más de 65 mil vidas perdidas a causa de la violencia; si contrastamos la zozobra social por la pandemia y sus más de 70 mil muertos oficiales –casi 200 mil vidas según los números reales–, y si medimos la destrucción de la economía.
En efecto, los datos duros sobre la violencia criminal, la pandemia y la economía confirman que ningún presidente mexicano había causado tanto daño a tantos ciudadanos, en tan poco tiempo; sólo 21 meses.
Se trata –como dijimos en los primeros meses de la gestión de AMLO–, de un gobierno depredador de la vida pública, que con el cuento de la pureza moral engañó a millones pero que, al final, resultó el peor gobierno de todos.
Por eso, para ocultar la montaña de fracasos, el presidente y su gobierno tejen cortinas de humo, distractores y persecuciones “engañabobos”, que mantienen a muchos distraídos de lo verdaderamente importante; el fracaso en la seguridad, la pandemia, la economía, la corrupción y la atención a los pobres; el fracaso total.
Y si dudan, aquí los mayores espantajos para engañar a los ingenuos.
1.- Acaso el mayor engaño –y también otro fracaso–, es la supuesta rifa de un avión que no será rifado; mentira propia de un gobierno “bananero” que engaña con el cuento de acabar con los lujos, cuando el mismísimo presidente vive en un Palacio, a todo lujo.
2.- Igual de mentirosa, pero aún más descabellada, es la dizque consulta para llevar a juicio a los ex presidentes. Sólo los tontos se creen el cuento de que por consulta se puede enjuiciar a un servidor público. Si existen pruebas de raterías o malos manejos, basta presentarlas y punto. Lo demás es engaño.
3.- Igual de “engañabobos” es el cuento del fin de la corrupción. Hoy, ocho de cada diez contratos del gobierno federal se entregan sin licitación y México ocupa el lugar 121, de 128 países a los que se mide la corrupción.
4.- Peor aún, abundan evidencias de que la familia presidencial diseñó un acabado sistema de saqueo del dinero público, con fines personales y electorales. Y esas pillerías pretenden ser desviadas con el circo mañanero, de lunes a viernes.
5.- El “caso Lozoya” es quizá la mejor evidencia de que la corrupción no sólo es solapada sino utilizada con fines políticos. Y es que al otorgar inmunidad a Lozoya se le compromete a acusar a diestra y siniestra, lo que convierte en un circo permanente al caso.
6.- La pelea cotidiana con los medios y con los periodistas críticos de los fracasos de AMLO es otro espectáculo de circo, además de la grosera censura y la intimidación que lleva detrás. La advertencia cotidiana es harto clara: el que no se someta, “será linchado y echado del paraíso” de Morena.
7.- Y en esa persecución, los favoritos “del fusil” presidencial son los diarios Reforma, El Universal y el Financiero, a quienes dispara todos los días su intolerancia a la crítica.
8.-. Con similares propósitos –la distracción de los fracasos, la amenaza y la intimidación–, es la persecución contra intelectuales que cuestionan al fallido gobierno. En días recientes AMLO lanzó una feroz persecución contra intelectuales como Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín.
9.- Los mayores clientes de Palacio se llaman Felipe Calderón y Margarita Zavala. Y es tal el odio presidencial que por instrucciones del propio Obrador, el INE rechazó el registro del Partido México Libre. En ese caso el odio se presenta como venganza espectacular, de circo.
10.- Y es que la venganza es otro distractor preferido del mandatario mexicano; venganza como la emprendida contra Rosario Robles, la primera presa política y quien está en prisión por la pulsión vengativa de López.
11.- Y también espectacular será la nueva venganza en curso contra gobernadores como los de Jalisco, Enrique Alfaro, y de Chihuahua, Javier Corral; además del bloque opositor que decidió abandonar la Conago. El circo contra los gobiernos estatales arreciará conforme se aproxime la contienda electoral de junio del 2021.
12.- Igual, con un tufo vengativo aparece el desprecio presidencial a las mujeres y a los niños con cáncer; dos escándalos que, incluso, se conocen allende las fronteras.
13.- Probablemente la señal más ominosa de que en México ya vivimos en dictadura, sea la destrucción de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Hoy en México no existe la garantía constitucional de los derechos humanos, quienes son asesinados por la espalda por la Guardia Nacional, como ocurrió en Chihuahua.
14.- Pero sin duda el mayor distractor de todos es la grosera inmoralidad del presidente López Obrador. Todos los días miente sin pudor y en cadena nacional, sin que nadie sea capaz de exigir que pare de mentir. En 21 meses de gobierno contabiliza más de 40 mil mentiras presidenciales y nada ocurre.
Sí, miles de familias están de luto; miles en la precariedad extrema, miles sin empleo y miles sin futuro.
Y aun así, miles dicen que volverían a votar por AMLO.
¿Será que tenemos lo que merecemos?
Al tiempo.