Detienen en Chiapas al presunto asesino del padre Marcelo
CIUDAD DE MÉXICO, 16 de julio de 2017.- María Herrera, madre de 4 hijos desaparecidos desde hace 8 años, recordó que el reportero Javier Valdez le dio voz a su tragedia en el libro Huérfanos del narco.
En el homenaje al periodista, asesinado el pasado 15 de mayo en Sinaloa, Herrera recordó la generosidad de Valdez y alzó la voz para decir que seguirá la búsqueda de sus hijos con uñas y dientes, ya que en el gobierno federal no ayudan a los familiares de desaparecidos a hallarlos.
Valdez, autor del libro Narcoperiodismo, fue recordado de distintas maneras en el homenaje realizado en la Casa Lamm. El editor de la revista Gatopardo, Guillermo Osorno trajo a su memoria cuando le llegó una crónica de Malayerba de Javier Valdez y aunque le pareció interesante no tenía un enfoque para los chilangos.
Reconoció que se equivocó pero ese fue un detalle que le visualizó al periodista y a la revista que fundó, RioDoce.
Luego le ayudó a la presentación del libro Levantones, y después de ahí supo que ganó el prestigiado premio CPJ, lo que parecía catapultarlo y blindarlo ante posibles ataques por su oficio.
Cuando se enteró de la muerte sintió a RioDoce y a todos los periodistas vulnerables. Su muerte generó la convocatoria para organizar a periodistas y saber qué fregados pasa con los reporteros en México, que se convirtió en el encuentro organizado por la organización Horizontal, realizado en el Palacio Postal a mediados de junio, dijo.
Así fue recordado Valdez, autor de Miss Narco y Los morros del narco, asesinado el 15 de mayo en Culiacán a pleno mediodía “al más puro estilo Sinaloa”, como calificó el ataque su viuda, Griselda Triana de Valdez.
El editor de sus libros, César Ramos recordó su sentido del humor y cómo “se sentía” cuando no revisaba sus textos.
La fundadora de Periodistas de a Pie, Marcela Turati por su parte lo calificó de hermano mayor cuando se trataba de conocer la situación de violencia en Sinaloa.
Con rostro entristecido, consideró que al periodista sinaloense lo mató el crimen organizado, la soledad del periodismo, la falta de apoyo de una prensa digna de Sinaloa, el olvido en que los medios de comunicación tienen a sus corresponsales y el Estado que forma parte de la mafia.
“Por Javier se supo en todo el mundo de los peligros del periodismo en México”, remarcó. También sirvió para que el presidente Enrique Peña Nieto reconociera la situación de los periodistas, pese a “su pantomima”.