Roger Von Gunten y Armando Brito, 2 voces para contemplar en Oaxaca

OAXACA, Oax. 7 de septiembre de 2023.- La galería de Noel Cayetano albergará a partir de este 7 de septiembre, las colecciones de Roger Von Gunten y Armando Brito.

ROGER VON GUNTEN

Pintor y escultor suizo nacionalizado mexicano.

Nació en Zurich, Suiza en 1933. Estudió pintura y diseño gráfico en Zúrich, en la Escuela de Artes y Oficios (Kunstgewerberschule). Ahí tuvo como director al teórico del color Johannes Itten y como maestro a Ernst Gubler. A su egreso viajó por Europa y luego decidió recorrer América con un amigo (de Nueva York- a Patagonia). 

En 1957 se trasladó a la Ciudad de México y realizó su primera exposición en la Galería Antonio Souza. Más adelante, en 1966, participa en Confrontación 66 y formó parte de los Salones Independientes (1968, 1969 y 1970). Durante su trayectoria artística ha presentado su obra de manera individual y colectiva a nivel nacional e internacional, en la que destacan tres retrospectivas: Museo de Arte Moderno (1978), Palacio de Bellas Artes (1989) y Museo Universitario del Chopo (1994). Incursionó en el teatro a través de escenografías para obras como “Doce y una trece” (1963) de Juan García Ponce; “Los poseídos” (1964) de Dostoyevsky; y “La hija de Rapaccini” (1991), ópera de Daniel Catán con libreto de Juan Tovar a partir de una obra de Octavio Paz. En 2014 es reconocido con la Medalla Bellas Artes por sus aportaciones a la cultura mexicana.

Von Gunten dice:

“El dibujo – tal como lo concibo, siento y practico – representa un encuentro poético – lineal de trazos, un diálogo de movimientos rítmicos de la mano con la superficie del papel o de la tela dejada en blanco. Porque a diferencia de la pintura – que tiende a cubrir y saturar su soporte – el dibujo convive y hasta conspira con aquel apasionadamente. Un dibujo puede figurar como boceto para un cuadro, pero en su propio derecho despliega una vitalidad del todo universal.”    

Roger von Gunten

Armando Brito 

Nació en Cuernavaca, Morelos en 1956, sin embargo su familia es originaria de Guerrero, y es de ahí de donde tiene todo el color de la sierra metido en los ojos. 

Comenzó su carrera artística como rotulista e ilustrador de cuentos para editoriales y poco a poco, a través de amistad y cursos con artistas como Roger Von Gunten, Gilberto Aceves Navarro y Norman Thomas fue desarrollando un lenguaje propio que le ha valido el reconocimiento del público y críticos dentro y fuera del país.
En México, su obra ha sido expuesta en galerías y  museos, entre los que destacan el Museo Franz Mayer, Museo José Luis Cuevas, Museo de Arte Contemporáneo Juan Soriano y el Museo Estación Indianilla en donde participó también en la creación del grabado más grande del mundo.

Además de México y EUA, su obra ha sido expuesta en Suiza y se encuentra en colecciones privadas de ese país, Holanda y de Canadá, donde es siempre apreciada como una embajadora de la calidez y cariño que despierta México al mundo y representada por su jovialidad y colorido que la hacen tan especial. 

Brito dice:

“La pintura es un camino sin fin. Antes de pintar un cuadro existe un merodeo por mi cabeza y mucho de mi quehacer pictórico más allá de estilos y modas: es una batalla donde no hay vencedores y sí, una humilde pizca de felicidad.

La intuición me guía siempre, pongo manchas o áreas de color que van haciendo entre ellas una música como un rumor primitivo. Empiezan a jugar sobre la tela, el amarillo alrededor de un azul, el azul se mueve, se alborota y es un poco morado y pasa a tener un antiguo parentesco con el rojo, hay girasoles que no se nombran, música sin músicos, toda una fauna que despierta

Mi paleta y mi pincel se desplazan por la tela como aventureros exóticos que más tarde cuando el sol se meta entre las nubes volverán a su lugar.

 Me retiro de la obra, a veces muy contento, otras sin haber logrado sacar todos esos mundos imaginarios que llevo dentro.”

Armando Brito