Una semana intensa y…
· La preocupación de Cárdenas y personajes de alta calidad moral
· Por otro camino Mancera trabaja para un gobierno de coalición
CIUDAD DE MÉXICO, 22 de mayo de 2018.- La polarización política es evidente.
Todos los candidatos, pero más ya saben quién, usa la animadversión al gobierno para hacer campaña contra del gobierno y del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y ganar adeptos.
La división se ha convertido en espectáculo público.
La mayor evidencia la tuvimos en el segundo debate presidencial, cuando el panista Ricardo Anaya y el tabasqueño Andrés Manuel López se hicieron acusaciones mutuas.
-Mentiroso, farsante –le dijo López a Anaya.
-Aquí el farsante es Andrés Manuel López Obrador -repuso el queretano, y destacó la falsedad de gran inversión en el entonces Distrito Federal cuando él fue jefe de Gobierno.
Sus cifras incluyen la venta de Banamex y Bancomer, agregó.
-Ahora resulta que te sientes orgulloso de haber vendido Banamex a Estados Unidos y Bancomer a España… -le refutó el abanderado del Partido Acción Nacional (PAN).
Actitudes indignas de quienes aspiran a ser jefes de Estado, presidentes de México.
Otra prueba de ese encono: José Antonio Meade describió a López como un gran empresario con los más de tres mil millones de Morena en años recientes.
-Los administran sus hijos –acotó.
Estatura moral de Cárdenas
Para qué abundar.
Gran parte de México vio es debate.
Pero atrás -o en contraparte- de ese encono, hay muchos mexicanos de buen corazón preocupados por la división nacional e interesados en evitar el descenso del país a los infiernos.
Han comenzado a reunirse, a intercambiar datos y escenarios, con la intención de llamar a la población a evitar desencuentros superiores y el hundimiento del país en la ingobernabilidad.
En ese incipiente grupo hay políticos, académicos, intelectuales, artistas y hasta miembros de la clerecía, quienes intentan aportar su influencia en aras de evitar daños irreversibles.
Es fácil imaginar a muchos en esta estrategia porque son voces públicas, pero va un nombre de gran prestigio y calidad moral: Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Su encomienda sería enorme.
Gane o pierda Andrés Manuel López, ha sembrado vientos y se avecinan tempestades, sea para su gobierno en el primer caso o sean sus simpatizantes los creadores de la violencia.
Dada la experiencia de otros gobiernos populistas y con crisis nacionales, tan conocidos por Cárdenas Solórzano en su tránsito por América Latina, habrá venganzas de unos y otros.
Vaya tarea para después del 1 de julio.
1.- A propósito, en silencio pero con visión de Estado, el ex jefe de Gobierno Miguel Angel Mancera acelera sus gestiones para la construcción de un gobierno de coalición.
De unas elecciones divididas como las mexicanas, no emergen autoridades con amplio respaldo social y es ahí donde deben construirse acuerdos para la gobernabilidad nacional.
Una forma de evitar crisis como, en esfuerzo paralelo de Mancera, trabajan intelectuales, políticos, académicos y otros personajes estatura Cuauhtémoc Cárdenas.
Cuando se le pregunta cuál sería el premio a su trabajo, Mancera no duda en comprar a México con el sudamericano Chile democrático después de Augusto Pinochet.
2.- También en silencio pero con resultados, el gobierno de Quirino Ordaz ha logrado premio a su esfuerzo por llevar inversiones a Sinaloa: la menor tasa de desempleo.
Según el Inegi y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), la desocupación es de 2.4 por ciento, la más baja del estado en un decenio.
Y 3.- otra de ingobernabilidad: Huiquilucan sufre una delincuencia galopante y una de las víctimas fue, la semana pasada, la candidata priísta a alcaldesa Isabel Martínez.
Un dato más contra el edil panista Enrique Vargas, quien tiene la desfachatez de buscar la reelección.