
La nueva web vaticana, el signo del cambio
Espresso ComPol
Memo tiene 6 años, pero ya tiene un sueño claro: quiere ser torero. Su pasión por el toreo comenzó una noche en que fue con su familia a una corrida de toros en San Miguel de Allende. «Me gustó mucho lo que vi y quise intentarlo», me dijo, con la emoción brillando en sus ojos. Ese día, algo dentro de él cambió, y desde entonces, el toreo se convirtió en su gran sueño.
A pesar de ser tan pequeño, Memo habla del toreo con una madurez sorprendente.
Para él, cada clase y cada movimiento son un paso más hacia su objetivo. «Me siento feliz y emocionado cuando estoy en el ruedo», me dijo, con una sonrisa de oreja a oreja. Para Memo, no hay miedo ni dudas, solo ganas de aprender y disfrutar de cada momento. «Lo que más disfruto es el toro grande, el que está en el carreton de embestir. ¡Es impresionante!», agregó, como si estuviera describiendo a un héroe que quiere enfrentar.
Aunque apenas está comenzando su camino, Memo ya tiene claro lo que le gusta y lo que le cuesta. «Lo que más me cuesta son los cuernos, porque me pesan mucho», dijo, con una risa traviesa. Pero a Memo no le asusta el desafío. Para él, cada obstáculo es solo una oportunidad más para mejorar. «Lo voy a lograr, porque quiero ser torero», me aseguró, con una firmeza que solo un niño con una pasión tan grande puede tener.
Los párrafos anteriores me atraparon y son de la autoría de Bricia Padrón para el medio especializado Jornada Taurina en el que pueden leer la fascinante entrevista completa a Memo (https://bit.ly/4mqNmZf).
De las palabras de Memo se me viene a la mente la pregunta: ¿Se vale querer cortarle las alas al sueño de un niño?
Esto por los afanes prohibicionistas de grupos anti taurinos por diseminar la intolerancia e imponer desde la esfera oficial una prohibición que va en contra de la libertad misma de quienes se dedican a una actividad lícita e incluso de la de Memo, que sueña con ser torero.
En Michoacán hubo intentos legislativos (el año pasado) por prohibir la fiesta brava, ahí tomó fuerza una mujer: la torera michoacana Marbella Romero, quien meses antes de ese primer intento, recurrió a la asesoría de Ernesto Pacheco y Miguel Ángel Ochoa Serrato (cabezas de Contrapunto Consultores) con el afán de trazar una estrategia que posicionara a la tauromaquia en el debate público michoacano.
Ambos consultores delinearon una estrategia que funcionó, en esa primera batalla, para convertir a Marbella Romero en la voz que defiende, no sólo la tauromaquia sino las tradiciones como la charrería, peleas de gallos, jaripeos, carreras de caballos, etc.
Lograron, en aquel momento, “blindar” la fiesta brava de un intento de las y los legisladores michoacanos por imponer una prohibición. Pero, a inicios de este 2025, surgió otra vez con fuerza, la intención prohibicionista en el Congreso del estado de Michoacán, tras la reforma legislativa que la morenista Jefa de Gobierno de la Ciudad México, en la que modificó la fiesta brava capitalina con las corridas incruentas. Y ahí comenzó, de nuevo, para Marbella Romero y los sectores relacionados con estas actividades lícitas que son tradiciones muy mexicanas.
Marbella a través de la Asociación Tradiciones Unidas por México convocó a una marcha a la que acudieron miles de personas: desde la Plaza de Toros Monumental de Morelia hasta el congreso michoacano para denunciar que fueron excluidos del diálogo de dicha iniciativa legislativa.
“Están atropellándose nuestros derechos y nuestras libertades, y peor es que a quienes más les están pegando es a la gente del campo que es a la que tenemos que ponderar, porque somos nosotros les generamos empleos, hay una derrama económica que le da de comer a miles y miles de gentes, yo me pregunto, ¿van a prohibir la tauromaquia y la gente que vive de espectáculos, el gobierno les va a dar un subsidio o que van a hacer en el campo?, ¿Les van a dar proyecto de semilla mejorada, les van a dar cabeza de ganado, qué es lo que van a hacer los diputados? Porque acuérdense lo que pasó con el circo, había maltrato, prohibieron los animales y estos terminaron en pésimas condiciones, unos muertos y acabaron con esta industria que generaba empleo y acabaron con un espectáculo maravilloso como es el nuestro”, declaró Marbella al medio especializado Suerte Matador Toros el pasado 1 de abril
(https://bit.ly/4jg15iZ).
Actualmente en México, Marbella Romero se convirtió en una voz nacional para defender la tauromaquia y logró el respaldo de la comunidad taurina mexicana al convertirla en su voz más escuchada. Todo esto fue posible gracias a la metodología de los consultores Pacheco y Ochoa, quienes presentaron este caso de posicionamiento político exitoso en la pasada XXII Cumbre Mundial de Comunicación Política en Punta Cana, República Dominicana.
La metodología utilizada en el caso expuesto, viene precisamente del libro que ambos escribieron: “El Manual de Posicionamiento Político Estratégico”, que también fue presentado en la cumbre realizada en Punta Cana.
Los autores del libro mencionado, es guía imprescindible para políticos y líderes que quieren dejar huella en la política latinoamericana.
“Nuestro libro es una invitación a actuar con coherencia y propósito y a fortalecer un liderazgo que perdure en el tiempo. En la política, quien no sabe quién es ni por qué lucha, está condenado a desaparecer”, me dijeron los autores.
Un caso inédito en la comunicación política latinoamericana que fue presentado en una isla caribeña sin tradición taurina alguna y en un ambiente “políticamente incorrecto” que llamó la atención de asistentes de una veintena de países que presenciaron una de las ponencias más atrevidas de la pasada Cumbre de Comunicación Política y que demostró que la comunicación política la necesitan hasta las y los toreros.
Y que abre el debate en el controvertido asunto taurino: ¿Se vale querer cortarle las alas al sueño de un niño solo porque hay grupos de personas que no aprueban la tauromaquia?
ESPRESSO COMPOL
Si una torera michoacana entiende la importancia de la comunicación política profesional, ¿por qué las y los políticos mexicanos no lo hacen?