
La pareja debe estar unida para educar a los hijos
LA X EN LA FRENTE
Hace dos semanas tuvo lugar en México el segundo Congreso Sílex, encuentro académico que trae desde Europa y otros países de América a los más reconocidos teóricos de la Filosofía y la Teoría del Derecho en la actualidad para exponer y debatir los grandes temas que subyacen a la práctica jurídica.
Este congreso se llamó Derechos/Poderes/Argumentos y se segmentó en cinco paneles:
Y fue Atienza el que dijo, no pudiendo haberlo dicho mejor, que no hay nada más práctico para un abogado que una buena teoría.
Y eso es de lo que se fue a discutir al Congreso Silex: la posibilidad, pertinencia, conveniencia y necesidad de dejar de hacer las mismas cosas de siempre desde la práctica, esperando resultados distintos.
Y es que si nos ponemos a pensar bien, el Derecho no es otra cosa más que palabras.
Hacemos las leyes con palabras, construimos un caso con palabras, formulamos una demanda con palabras, sentenciados con palabras.
El Derecho se construye, se enseña, se investiga y se aplica con palabras.
Y por ello el santo grial del abogado es la argumentación y la interpretación.
Esa es la razón por la que Couture dijo que el derecho se aprende estudiando pero se ejerce pensando.
Un abogado siempre está estudiando y pensando; interpretando (cuando haya lugar) y argumentando.
Porque ninguna otra realidad como el Derecho y la impartición de justicia dan cuenta del inmenso poder que tienen las palabras.
*Magistrado de la Sala Constitucional y Cuarta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca