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Periodismo bajo asedio
CIUDAD DE MÉXICO, 6 de noviembre de 2017.-Eduardo Bours, siendo gobernador de Sonora, decía en 2009 que habíamos pasado de un sistema de coordinación fiscal, a uno de subordinación fiscal, incluso le toco ser anfitrión de una CONAGO, antes de la de Nuevo León, en ambos casos el tema fue la renovación del acuerdo fiscal. No había pasado mucho de que el Gobierno de la Ciudad de México presentara una controversia por el cambio de las fórmulas de distribución de participaciones a partir de 2008, siendo el único estado que manifestó solidaridad fue Sonora. Cuando se habló de los “terceros afectados” por parte del Gobierno Federal, se pidió a los gobernadores que dieran su opinión sobre la Controversia, un caso notable por lo absurdo, fue la opinión del Consejero Jurídico de Tabasco que se manifestó a favor de la reforma que afectaba las finanzas de su estado, cuya pérdida acumulada por el cambio de las fórmulas de distribución en 10 años, rebasan los 30 mil millones de pesos. Incompetencia y el costo de poner funcionarios sin la mínima experiencia profesional.
Tabasco hasta ese momento siempre fue perdedor, por la mecánica inercial que tuvo en un principio el sistema de distribución de participaciones, teniendo el primer impacto en 1990, pero en ese entonces, al ser una formula consensada, los estados y la Secretaria de Hacienda formaron dos reservas de compensación y de contingencia, de un punto de la recaudación participable y con esa mecánica sobrevivió ese primer impacto que beneficio a los estados más pobres, cosa distinta a la de 2008 que ha beneficiado sustancialmente a una sola entidad federativa, la más poblada.
Pero si los gobernadores han padecido eso, peor están los municipios, a quienes contrario a lo que dice la Ley de Coordinación Fiscal, se les condicionan sus participaciones, que se pagan a través de las secretarias de finanzas de los estados, quienes en un número importante no las entregan antes de cinco días después de recibidas, las condicionan y en muchos casos no se las pagan completas, menos los ajustes o el fondo de estabilización, bajo el argumento de que son muy irresponsables, no hacen reservas para pagar compromisos de fin de año, no se diga para hacer frente a cualquier contingencia.
Parece que ya la ASF empezó a sancionar a los estados que no pagan completas o a tiempo las participaciones a los municipios. Un buen avance del ente fiscalizador por supuesto. Eso está bien, lo primero confirmar que se pagaron correctamente, lo cual la UCEF siempre ha hecho con puntualidad, y segundo que los estados lo hagan conforme a la Ley, pero es claro que muchos no lo hacen. Ahora resulta que hay estados que no pagaron completas las participaciones municipales, lo que no es nuevo, pero sí que se les observe, tarea que estaba a cargo de los congresos locales.
Generalmente los alcaldes no se atreven a protestar lo anterior o se contentan con un reintegro mínimo que les compensa parcialmente, pero salen a los medios ponderando loas al espíritu federalista de su gobernador…
Así que ¿de subordinación a SUBORDINACION, cual es mayor?