Diferencias entre un estúpido y un idiota
Hacia el 1/7/18. Semana 1.
OAXACA, Oax., 17 de diciembre de 2017.- Iniciamos el análisis de la primera de 30 semanas de la temporada otoño-primavera que desembocará en el domingo 1º de julio de 2018, el 1/7/18.
En esta fecha tendrá lugar la jornada electoral para renovar 3,406 cargos (629 federales y 2777 locales) en todo el país, salvo en Baja California y Nayarit, incluida la Presidencia de la República. Esta última, dado su fuste, llama en particular la atención, pero el resto no será menos importante. Ya veremos por qué.
Por ahora, tres precandidatos de otras tantas coaliciones: Ricardo Anaya (“Por México al Frente”, PAN-PRD-MC), Andrés Manuel López Obrador (“Juntos Haremos Historia”, Morena-PT-PES) y José Antonio Meade (“Meade Ciudadano por México”, PRI-PVEM-PANAL) buscan, hacia adentro de esas formaciones, consolidar y registrar sus candidaturas.
Hacia esos “adentros”, deberían enviar de forma preponderante y notoria sus mensajes, y, dicen los que saben, de ninguna manera solicitar en esta etapa el voto al electorado. Esto vendrá de abril a junio.
Además, entre los precandidatos independientes, Jaime Rodríguez, “El Bronco” y Margarita Zavala se acercan al objetivo de recabar algo más de 866,593 mil firmas ciudadanas, el 1% de la lista nacional de votantes, para registrarse como candidatos sin partido.
Todos, aquellos y estos, deberán inscribir sus candidaturas en el mes de febrero.
En el ámbito del sistema de partidos y candidatos, destaca y contrasta lo siguiente:
Que un simpatizante como Meade sea el precandidato del partido más añejo y con más militantes (PRI), a la vez que con más resistencias por parte del electorado, pues representa la continuidad de los dos gobiernos previos en que ha participado (con los sinsabores resultantes de la inseguridad y la merma económica) y que sume a dos de sus retoños políticos (Verde y Panal), rebeldes al padre hace apenas dos sexenios.
Por ello, su reto es que, según lo ha advertido Rene Delgado (Reforma), logre que el partido simpatice con el precandidato. Y, agrego, más adelante, que la sociedad civil lo prefiera como opción menos peor, pese al partido, y quizás por eso su énfasis en que se trata, al estilo Macron, de un candidato “ciudadano”. Esos dos factores serán cruciales.
Que el joven Anaya, en el partido autoestimado como el de mayor compromiso liberal-democrático y de derechas, el segundo partido con mayor edad entre todos, el PAN, auto imponga su precandidatura sin elección interna y, de paso, anexe a su proyecto a dos partidos considerados de izquierda, los cuales tampoco consultaron a sus militantes esa decisión. Las defecciones en unos y otros ya son notorias.
El liderazgo carismático neopopulista y pragmático conservador de Anaya, con fuerte carga emocional, a diferencia de un Meade hiper-racional y poco emotivo, en este lapso preliminar, puede ser insuficiente y anticlimático.
Que el veterano López Obrador también haya impuesto su precandidatura, en este caso al partido más joven de todos, Morena, en un país de mayoría joven, y que se haya aliado con su antítesis ideológica en temas éticos sensibles, el PES, no es más democrático.
Pero que presente un posible gabinete de gobierno, de edad promedio porfiriana tardía y vínculos estratégicos con factores reales de poder (TV-Azteca, Slim y Televisa), envía mensajes explícitos a tan influyentes actores, incluido al Poder Judicial.
Al respecto, luce curioso pero entendible proponer para titular de Gobernación a una exministra retirada que se niega al retiro con todo y pensión. Ella deberá, si cuaja, según lo promete su nuevo jefe, “El Peje”, reducir el sueldo a sus ex compañeros ministros y a ella misma, por el bien de todos.
En fin, que ‘El Bronco” y Margarita tengan más biografía partidaria que los tres precandidatos de partidos y coaliciones. Y que entre los cinco pulvericen la preferencia y traten, a la vez, de concentrarla en la búsqueda de sus registros, igual mueve a reflexión.
En el ámbito del sistema electoral, que la designación del titular de la FEPADE, Héctor Díaz Santana, signifique empatar la distribución de instituciones autónomas entre las formaciones partidarias, pues este se ubica, en su construcción política e institucional evidente, en el extremo contrario al exfiscal destituido, Santiago Nieto.
Y que ni el INE y tampoco el tribunal electoral federal intenten resolver la contradicción de criterios prevaleciente entre la Suprema Corte y la Sala Superior, a efecto de definir y aportar certeza sobre si precandidatos únicos deben usar promocionales sin incurrir en actos anticipados de campaña y sin violar la equidad en la contienda, es otro de los tópicos en cuestión.
Esto sí: La expulsión de Humberto Moreira del PRI ha sido revocada debido a vicios procedimentales y habrá un número histórico garantizado de 13 de 27 distritos con amplia población indígena con candidat@s indígenas, conforme lo precisó el tribunal, y no de 12, según lo había acordado el INE, desde luego con paridad de género, lo que toca de cerca a Oaxaca.
En el contexto del proceso comicial, nótese que al aprobar el PRI y sus aliados en el Congreso a Ley de Seguridad Interior, así como la reforma en Cámara de Diputados al código civil para tratar de regular los contenidos en redes sociales, de un lado, y el alza de las tasas de interés en Estados Unidos y en México, su impacto en el tipo de cambio peso-dólar, y la sigilosa negociación del TLCAN, además de la esperanza en la subida del precio del barril de petróleo, del otro, podrían impactar en la evolución del humor publico y las preferencias electorales.
Frente a ello, la justicia política aplicable a exgobernadores bajo proceso y hasta el caso Odebrecht podrían perder significación.
En breve, en la primera semana de precampañas hacia el 1/7/18, los mensajes y señales de partidos y candidatos, instituciones electorales y de gobierno aparecen cruzados y un tanto contradictorios.
En general, reina el pragmatismo, antes que las ideologías. Primero lo primero: garantizar el paso de precandidatos a candidatos, alinear los apoyos internos, no perder posición en la salida e ir ajustando estrategias y textos para el trimestre definitorio, de abril a junio de 2018.
En el contexto, alarmante la intensificación del crimen y, en respuesta que augura mayor conflicto, la polémica ley de seguridad interior a despecho de la que fue negada a lo largo del sexenio: La ley que promueve el mando único policial, o bien el mando mixto, y un esquema mejor coordinado de los cuerpos de seguridad, la cual podría ser sometida a consulta ciudadana el 1/7/18.
Ni modo. Así estamos: Sumando contradicciones. Y distribuyendo costos y beneficios.