Llora, el país amado…
OAXACA, Oax. 13 de enero de 2017.- Si tuviéramos que describir durante la narrativa de un discurso, el suplicio por el que atraviesan los servicios de salud en México, sin duda lo primero en venir a nuestra imaginación, por encima de alguna atención médica, serían palabras como: corrupción, deficiencia, incompetencia, o quizá el nombre y apellido de algún funcionario involucrado en el desvío de recursos.
Podríamos pasar horas detallando las debilidades o corrupción de los involucrados, las licitaciones mal ejecutadas, los sacrificios de médicos y enfermeras por brindar una atención humanamente adecuada o hacer hincapié en los programas que actualmente se ofrecen y que resultan insuficientes ante sociedad cada vez con mayores problemas de salud.
En todo caso discutir sobre cuántos y qué programas en materia de prevención de la salud se ejecutan, o la operación a realizar para combatir en los pueblos y comunidades indígenas del territorio nacional enfermedades como la obesidad, diabetes, hipertensión, cáncer de mama o cervicouterino.
Estaríamos ante el cuestionamiento de las campañas de salud y la evidente falta de coordinación interinstitucional para ofrecer resultados concretos y sólidos, pues de acuerdo a expertos enfermedades como el alcoholismo son cada vez recurrentes entre los jóvenes del país.
Podríamos sugerir mayor información como en otras partes del mundo, donde se advierte de manera oportuna los daños que ocasionan al cuerpo estas sustancias, o el tipo de alimentos a consumir para apelar por un apropiado estado de salud, sobre todo si consideramos en este último punto que con la situación económica que enfrenta México resulta incompresible contar con un nutriólogo o adoptar por una dieta balanceada.
Finalmente apostar por implementar políticas públicas para ejecutar a través de tecnologías y medios de comunicación, campañas de concientización que permitan llegar de manera eficaz y en poco tiempo a un gran número de personas.
Seguramente estaríamos ante una ardua labor informativa, pero también ante una alternativa sólida que permitiría a largo plazo obtener resultados importantes en materia de prevención y de esta manera, ganar tiempo para finalizar la infraestructura, equipamiento y tecnologías de los hospitales del país.