Avanza la rendición de cuentas como política de Estado: Colmenares
Durante los últimos años, Querétaro se ha posicionado entre las ciudades con mayor competitividad en el mundo, a causa de inversiones en áreas especializadas, “provocando un crecimiento continuo que, a su vez, afecta en las arquitecturas, en la vida urbana y en la calidad de vida de los habitantes de la ciudad”.
Palabras del arquitecto Felipe Leal, miembro de El Colegio Nacional, al ofrecer la introducción de la mesa redonda dedicada a la ciudad de Querétaro, como parte del ciclo Arquitecturas de las ciudades de México, celebrada de manera presencial en el Aula Mayor de la institución, informó en un comunicado El Colegio de México.
Durante una conversación en la que también participaron Diana García Cejudo, Alfonso Garduño y Víctor Legorreta, el colegiado aseveró que el creciente sector industrial ha impulsado a Querétaro a un conocimiento de su entorno, hasta permitir la colaboración de especialistas en diversos ámbitos que han terminado por detonar “la apropiación de tierras, lineamientos territoriales, ciudades compactas, fenómenos que los obligan a tener una serie de ajustes a las planeaciones urbanas”.
“Esta dinámica no es gratuita: que exista este crecimiento tiene efectos positivos, pero también efectos colaterales que muchas veces no son atendidos, lo que es parte de la dinámica de las ciudades: las ciudades son entidades vivas, muy complejas, en la que son muy bien recibidas las inversiones, pero hay modificaciones antropológicas, culturales, espaciales, muy complejas y la arquitectura es el receptáculo para ello”, en palabras de Felipe Leal.
Las estadísticas apuntan a un mercado creciente en Querétaro ciudad, con un estimado de migración diaria de 77 personas y un grado educativo técnico y medio-superior, lo que implica la presencia de una masa crítica dispuesta a integrarse a la ciudad, pero “dónde y cómo van a habitar estas personas, es la dinámica que tenemos que ver como ciudad”, destacó Felipe Leal, quien insistió en que toda actividad humana termina por ser contenida por la arquitectura.
Una ciudad en la que se encuentran obras de reconocidos arquitectos, como el Centro de Congresos de la Ciudad de Querétaro, de Teodoro González de León; algunas obras de Ricardo Legorreta, de la intervención de la fábrica de Nestlé, de Michel Rojkind, o conjuntos habitacionales de Víctor Legorreta.
De acuerdo con Diana García Cejudo, catedrática del Tec de Monterrey en Querétaro, para entender los desafíos de la ciudad y cómo se ha ido construyendo con el paso de los años, hasta convertirse en una “ciudad muy dinámica”, lo que termina por mostrar un futuro muy complejo para la ciudad, no sólo por la provisión de servicios, sino por el número de autos por habitantes que se incrementará, hasta formar una gran mancha urbana.
“No podemos explicar cómo es esta ciudad si no hablamos de su característica como ciudad productiva, una ciudad industrial que, en los últimos 10 años, ha visto crecer los asentamientos industriales 20 veces: la industria nos ha elegido por diversas razones, pero no es cualquier industria, es una industria especializada que, en vínculo con la educación, ha logrado tener una obra calificada y ser muy atractiva a empresas de diferentes sectores y países, y esto aumenta la dinámica de la ciudad, la hace más diversas, con mayores voces y diálogos”.
Hasta hace 15 años, en la ciudad de Querétaro no había edificios altos; ahora se piensa a la urbe de forma vertical y con una gran densidad, lo que implica proveer servicios para todos de la misma manera. Estás tendencias de crecimiento cada vez van a ser más extremas, por lo que “también necesitaremos una mejor movilidad”.
“Si entendiéramos a la ciudad histórica como un huevo duro, pasa que se comienza a transformar, con el paso de los años, en un huevo estrellado y empiezan a aparecer las otras secciones. Arriban las migraciones más fuertes a partir de las grandes inversiones, incluso del sismo del 85, con lo que empezamos a extendernos y a aparecer estos brazos en la ciudad, estás manchas que no necesariamente están unidas y de ser un huevo duro nos convertimos en un gran omelette que tiene diferentes huecos, que representan un gran reto para nuestra ciudad”.
Desde esa perspectiva, García Cejudo alerta en torno a los peligros del dominio del auto y, más allá de que se han dado grandes esfuerzos, para los queretanos representa todo un tema de discusión estas mañanas de tráfico, “sobre todo los últimos 15 días, por una obra que están haciendo en uno de los circuitos”; no obstante, “entendemos que la agenda política sigue incentivando esta inversión y la necesidad de proveer esa infraestructura para el auto, existe una gran contradicción, porque este modelo de desarrollo propicia grandes riesgos”.
La ausencia de una escuela
Para el también arquitecto queretano Alfonso Garduño, uno de los problemas que enfrenta la especialidad en la región es la inexistencia de una escuela que haya definido ciertas líneas del trabajo que se genera en la ciudad, como Guadalajara o la Ciudad de México; por el contrario, “estamos en medio de todas y eso nos ha generado múltiples influencias y una incertidumbre de algo que está en proceso”.
“Para hablar de la arquitectura en Querétaro quisiera empezar por entender a qué responde la arquitectura; es decir, por qué hacemos esto: la idea más normal es entender que responde a hacer un edificio ético y disciplinado, en donde el cliente no tenga ningún problema; pero si hacemos eso, estaríamos ante una condición limitada de lo que en realidad representa nuestra práctica, porque la segunda respuesta sería que la arquitectura responde a un contexto más amplio, por lo menos la ciudad, no sé si el territorio, no sé si el campo”.
Con esa idea a cuestas y recordando a Octavio Paz, el maestro en Diseño Urbano aseguró que la arquitectura no sólo busca construir o diseñar un edificio, sino se contribuye a imaginar a la ciudad, “estamos definiendo qué es lo que somos como civilización, por lo cual tenemos un gran reto como arquitectos”.
Mientras mostraba algunos de los proyectos en los que ha trabajado, Alfonso Garduño se refirió a la importancia de entender cuáles son los recursos con los que podemos generar un apoyo en el espacio público, que pueda ser apropiado y desarrollado por la ciudadanía o la comunidad: cómo podemos generar espacios con ciertas condiciones adecuadas para la estadía de las personas o para personas que estarán ahí.
“No podemos negar las influencias que recibimos de Guadalajara o de la Ciudad México, debemos tener la capacidad de reconocer que nos tenemos que echar para adelante o para atrás, es decir, renunciar de pronto a cierta autoría y reconocer en el espacio público lo más importante, hasta encontrar el consenso de las personas de una comunidad”.
Víctor Legorreta describió a Querétaro no sólo como una ciudad en crecimiento, sino como una ciudad que está viendo hacia el futuro; alrededor de su arquitectura existe una gran oportunidad para demostrar lo que queremos de las ciudades en México en los últimos años: proyectos de vivienda y de usos mixtos, con buenas amenidades, donde los jóvenes encuentren lo que necesitan y no se tengan que mover en automóvil, por ejemplo.
“Nos entusiasma mucho el decir cómo podríamos hacer un proyecto que fomente ese tipo de vida, donde no todo dependa del coche, sino que realmente puedan tener una forma de vida diferente: demostrarte que puedes tener una gran calidad de vida en un edificio departamentos, muchas veces hasta mejor calidad de vida que con una casa”.
Como un arquitecto de fuera, aunque trabajando en la ciudad de Querétaro, el hijo de don Ricardo Legorreta destacó el hecho de que se haya ido a vivir mucha gente joven en los últimos años, jóvenes que vienen de diferentes partes del país y conviven con “una energía muy positiva, en contraste con otros lugares, incluso la Ciudad de México”.
“Veo esas ganas de hacer las cosas mejor, de tener una mejor calidad de vida, de hacer algo nuevo: yo sí veo a Querétaro como una ciudad qué puede ser un ejemplo de lo que queremos a futuro en México, aun cuando sea un reto transformar esa energía de gente joven, de gente preparada que se está yendo a vivir ahí y hacer mejores ciudades”.
Víctor Legorreta recordó que hace un par de meses vino a México un urbanista de los líderes en Europa, con quien platicaba sobre cómo mejorar a la Ciudad de México y lo vieron complicado; le comentó de ciudades como Querétaro, donde sí hay mucho que se puede hacer: “la podamos hacer una ciudad mucho más humana, más peatonal, más mezclada, que no se viva tanto en guetos. Estoy seguro de que Querétaro puede ser una gran ciudad”.
La mesa redonda dedicada a Querétaro, dentro del ciclo Arquitecturas de las ciudades de México, se encuentra disponible en el Canal de YouTube de la institución: elcolegionacionalmx.