Cortinas de humo
OAXACA, Oax. 28 de mayo de 2023.- Encasillar las recientes movilizaciones de la Sección 22, el sector magisterial más grande e importante de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en México, como un enfrentamiento entre el grupo conocido como los pozoleros y la actual dirigencia, puede funcionar como estrategia simplista de comunicación o de propaganda, pero no es real, ni explica ni resuelve el actual conflicto magisterial.
Por el contrario, seguir polarizando a la Sección 22 es el equivalente político de echar gasolina a una pradera seca y aventarle un cerillo, para que se incendie el bosque. No es prudente ni recomendable provocar un incendio en este sector que, tradicionalmente, es el que ha generado más inestabilidad política y social en Oaxaca, con repercusiones en la Ciudad de México, sede del Poder Ejecutivo federal.
El sector educativo en Oaxaca es enorme, un monstruo que integran por lo menos 15 grupos magisteriales (y otro tanto más de subgrupos) con intereses y actores diversos, que cambian también según las coyunturas educativas, políticas y electorales porque, precisamente por su dimensión y por la tradición política de la Sección 22, influyen también en las elecciones estatales y federales.
Sólo hay que mencionar unos datos para dimensionar el tamaño del problema educativo, político y administrativo que tienen que manejar el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, el IEEPO, y el gobierno de estatal:
Oaxaca tiene unas 11 mil 200 escuelas diseminadas en sus 570 municipios que cuentan con sus respectivas regidurías de Educación; en cada una de esas escuelas hay comités de padres de familia, esto es, todos los años participan cientos de miles de personas, sino es que más del millón, en el proceso educativo del estado.
Hay casi 900 mil alumnos y poco más de 82 mil 100 trabajadores de la educación, entre personal docente (arriba de 69 mil) y personal de apoyo y asistencia a la educación (unos 12 mil 800), los conocidos como Paee’s.
La educación básica en Oaxaca se compone de tres niveles educativos: inicial y preescolar, primaria y secundaria en sus tres modalidades (secundarias generales, secundarias técnicas y telesecundarias). Asimismo, también atiende la educación indígena, educación especial y formadores de docentes y normales (en 11 escuelas normales). Adicionalmente tienen dos coordinaciones fuera de la estructura orgánica para atender las modalidades de educación para adultos y educación física.
Como se mencionó, son por lo menos 15 los grupos magisteriales en la Sección 22: chispa clasista, la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) y su organización filial el Frente Popular Revolucionario (FPR), praxis, los ahora famosos pozoleros, los mixtecos, los de la Costa, neopraxis, colectivos magisteriales, bloque democrático 1, bloque Democrático 2, los garrapatos, los magonistas, Codemo, los istmeños y multilaterales.
La Sección 22 del SNTE no es el único sindicato en Oaxaca, pero sí el más grande. También están la Sección 59 del SNTE, el Sindicato Independendiente de Trabajadores de la Educación de México (SITEM) y el Gremio Nacional de Trabajadores de la Educación (GNTE), todos con su respectiva toma de nota sindical.
A esto hay que agregar que desde las decádas de los sesenta, setenta y ochenta, se consolidó la presencia de algunos grupos subversivos en las filas magisteriales no sólo de Oaxaca, sino también de Guerrero, Michoacán y la Ciudad de México, entre otros.
Por supuesto, si no hay capacidad política y administrativa para manejar el IEEPO, y para generar los equilibros políticos desde la Secretaría de Gobierno, el sector educativo se vuelve una bomba de tiempo para los gobiernos estatal y federal.
OTRA DIRIGENCIA DE LA SECCIÓN 22 LLEGÓ CON EL RELEVO DEL GOBIERNO
Con el actual gobierno se dio el cambio en el IEEPO. Emilio Montero Pérez, quien había pedido licencia como presidente municipal de Juchitán, fue nombrado director general, cargo que, según trascendidos de su propio equipo, ocupará por breve tiempo, pues su principal objetivo es ser candidato a diputado federal por su distrito, aunque en los corrillos políticos se dice que también sueña con ser candidato a senador. Por ello el sector educativo está descuidado y sujeto al proceso electoral del próximo año, el 2024.
La relación de Emilio Montero con el órgano educativo nacional, la Secretaría de Educación Pública, no es buena. Es sabido que en las oficinas centrales de la Ciudad de México no es bien visto en las áreas administrativas y operativas de la SEP.
Asimismo, con el nuevo gobierno de Oaxaca llegó también una nueva dirigencia en la Sección 22. Por primera vez una mujer, Yenny Aracely Pérez Martínez, fue electa como secretaria general el 27 de noviembre de 2022, fecha en que también se nombró a su Comité Ejecutivo Seccional (CES).
A dos meses y medio de haber sido electos, el 17 de febrero de 2023, les entregaron su toma de nota a los nuevos dirigentes magisteriales, con la intervención del gobierno de Salomón Jara, lo que provocó algunas inconformidades al interior, pues oficialmente el gobierno no debe interferir en asuntos sindicales.
Los grupos magisteriales opositores a la dirigente Yenny Aracely, la han acusado de estar coordinada con los grupos de choque al interior del magisterio y, particularmente, con los grupos que conforman La Amplia, liderados por Rogelio Vargas Garfias (UTE-FPR), Luis Fernando Canseco Girón (Praxis) y José Alfredo Martínez Jiménez (Bloque Democrático), quienes están acostumbrados a extorsionar a los gobiernos con plazas, dinero o prebendas a cambio de “desmovilizar” a las bases, lo que en realidad no pueden hacer.
EL ACTUAL CONTEXTO POLÍTICO Y EDUCATIVO.
El primero de mayo, la Sección 22, a través de su dirigencia, entregó al gobernador de Oaxaca, Salomón Jara su pliego petitorio, el cual es muy parecido a los pliegos petitorios de la dirigencia anterior. Un gran número de puntos con competencia del gobierno federal y de la SEP; y un menor número, del gobierno de Oaxaca.
La falta de oficio político y de capacidad del director del IEEPO, Emilio Montero, así como del secretario de Gobierno, Jesús Romero López, hicieron que las respuestas otorgadas al pliego petitorio de la Sección 22 por el gobierno estatal, fueran consideradas nulas, lo que derivó en un paro de 48 horas, la toma del aeropuerto y de la central de autobuses ADO.
En su asamblea estatal realizada los días sábado 27 y domingo 28 de mayo, la Sección 22 acordó realizar otro paro de labores, pero ahora de 72 horas, los días 7, 8 y 9 de junio, dejando abierta la posibilidad de un paro indefinido. Estas movilizaciones llamaron la atención del gobierno federal, pues desde hace cinco años no se había dado un paro de la Sección 22.
LA CONFRONTACIÓN
En sus últimas conferencias de prensa de los días lunes, el gobernador de Oaxaca, Salomón Jara ha acusado a los diputados federales de Morena Irán Santiago Manuel y Alfredo González Cruz (el chalka), así como a los exdirigentes Eloy López Hernández, Genaro Martínez Morales y José Carlos López Alonso, de provocar la desestabilización magisterial y los encasilló a todos en el grupo de los pozoleros.
La respuesta vino del diputado Irán Santiago, quien en entrevista aseguró que estaban malinformado al gobernador y negó estar destrás de las movilizaciones de la Sección 22 y de los normalistas
Lo cierto es que de los mencionados, sólo Irán Santiago y Genaro Martínez pertenecen a los pozoleros, en tanto que Eloy López es de los Mixtecos y José Carlos López, de los Istmeños.
Un enorme error del IEEPO y de la Secretaría de Gobierno es haber llevado directamente al terreno de la SEP las demandas del magisterio, en lugar de servir como filtro local, para después llegar de manera coordinada con el gobierno federal, obteniendo los acuerdos y las respuestas que dejen satsfechas a todas las partes.
El 25 de mayo se instaló la mesa tripartita en la SEP entre esa secretaría, el gobierno de Oaxaca y la dirigencia de la Sección 22, pero al llegar hasta la parte más alta de las negociaciones, sin haber puesto un filtro y sin estar coordinados, expusieron a la secretaria de educación, Leticia Ramírez y al gobernador de Oaxaca, Salomón Jara, a no poder dar las respuestas positivas que el magisterio pensó que iba a obtener por haber llegado hasta esos niveles, sin los filtros previos, lo que es prácticamente imposible debido a que deben sujetarse a las leyes actuales.
Como era de esperarse, no hubo respuestas, la secretaria Leticia Ramírez se retiró de la reunión y la Sección 22 dejó abierta la posibilidad de pronunciar a la titular de la SEP, esto quiere decir que ya no la reconocerían como interlocutora y que ningún representante de la S-22 podría sentarse en ninguna mesa en la que ella esté presente.
Al calor de los enfrentamientos verbales se han olvidado de dejar las puertas políticas y de negociación abiertas. ¿Quién o quiénes van a ser los enlaces y los interlocutores con todos los grupos magisteriales para lograr la tan necesaria estabilidad en el sector educativo que le urge a Oaxaca?.
Lo cierto es que, como lo han dicho los actores magisteriales, nadie controla a la Sección 22. Podrían, eso sí, con habilidad y demostrando tablas políticas, generar los equilibrios que mantengan la estabilidad en el magisterio.