Prosperidad Empresarial Compartida
CIUDAD DE MÉXICO, 17 de febrero de 2020.- La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) tiene en su haber una impronta singular: fue la institución académica donde estudiaron Miguel Hidalgo y José María Morelos, en especial en el famoso Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo, la primer escuela media superior de esta Universidad.
La UMSNH ha tenido luces y sombras al transcurso del tiempo. Las distintas conquistas laborales de los académicos y trabajadores superan con creces las habidas en la UNAM, pero hay en otros estados circunstancias similares, ha generado triunfos de la unidad sindical, pero el tiempo ha ido complicando el cumplimiento de esas conquistas.
La UMSNH no tiene mayores ingresos propios y sus estudios son gratuitos. Mantiene incluso las denominadas “casas del estudiante”, que no tienen precedente aquí en la Ciudad de México, donde el erario mantiene a los estudiantes más desprotegidos para cursar sus estudios universitarios dotándoles de techo y comida para su movilidad social y cultural. Estas loables medidas, empero, han generado una creciente inestabilidad económica en la propia Universidad. A lo anterior se suma la corrupción endémica amparada por los así llamados “usos y costumbres” para dilapidar los recursos del pueblo por las autoridades de esa institución educativa.
Ese camino ha tenido afortunadamente un punto de quiebre al ser designado un nuevo rector, el Dr. Raúl Cárdenas, un tecnólogo reconocido, honesto, con prendas éticas y con responsabilidad social y sensibilidad política, quien ha logrado concitar una percepción inversamente proporcional a la de su antecesor, Medardo Sánchez, sujeto a una seria investigación por corrupción.
Lo acompañan en esa nueva manera de hacer las cosas el joven secretario Juan Carlos Gómez, quien comulga con ese comportamiento ético de nuevo cuño que empieza, gradualmente a adquirir espíritu de cuerpo ahí.
Al mismo tiempo se encuentra Eduardo Tena, el reconocido líder sindical del Sindicato Único de Empleados de la Universidad Michoacana (SUEUM) quien ha tenido la habilidad para obtener el mayor número de reivindicaciones para sus agremiados al transcurso de los años y ha tejido una buena red de relaciones en la capital del país para hacer escuchar su voz y la de los suyos.
El tema no es fácil en la UMSNH. No es una lucha de justos contra injustos o de verdad contra mentira. Sino de dos verdades que deben ser objeto de una quirúrgica ponderación que permita, por un lado, darle viabilidad a la UMSNH y, por otro, lograr el tránsito racional de los trabajadores a un esquema ajustado a las necesidades económicas actuales sin lastimar la economía de los actuales trabajadores.
El gobierno federal y el del estado de Michoacán deben coadyuvar a que ese cambio se haga realidad. Aquí de igual forma hay dos verdades encontradas, la del gobierno del presidente López Obrador y los márgenes presupuestales del gobernador Silvano Aureoles, quien a mi juicio actúa de buena fe, pero carece ahora de los instrumentos económicos para destrabar el conflicto que tiene de rehén a los universitarios y a la sociedad michoacana.
Es importante que esta histórica universidad nacional encuentre a la mayor brevedad posible la salida para seguir siendo la opción académica que le ha caracterizado en beneficio de muchos estudiantes, en especial de aquellos provenientes de los grupos más vulnerables. De ahí el interés público de que sea objeto de atención.
La Cámara de Diputados y la Secretaría de Hacienda deberían ser parte de la solución y no del problema por omisión, al menos, para facilitar su cambio de rumbo aprovechando que hay las personas idóneas para esa reforma, el ameritado Rector y el aguerrido líder sindical abierto, empero, al cambio bajo la lógica de que para ello se requiere que todos ganen algo y cedan parte de sus pretensiones. Es de esperar que el sentido común gane la partida.
@evillanuevamxernesto