Economía en sentido contrario: Banamex
Itinerario político
La violencia extrema que sacude al país entero, con más de 125 mil muertes violentas, más de cien mil desaparecidos y que lleva a que 7 de cada 10 mexicanos expresen temor de la ciudad que habitan, es propia de una nación en guerra.
Y en las guerras, como saben, es donde se cometen el mayor número y las más extremas atrocidades.
Y si México es campeón mundial de desapariciones y crímenes violentos, también aparece entre los campeones de las atrocidades.
Y la más reciente atrocidad se cometió el pasado fin de semana, en Zapopan, Jalisco, contra la joven Luz Raquel Padilla a quien presuntamente tres hombres y una mujer le prendieron fuego luego de rociarla con alcohol.
Todo ello a pesar de que durante semanas Luz Raquel Padilla pidió ayuda policial, además de difundir en sus redes sociales las amenazas que vecinos de su departamento escribieron en las paredes de los pasillos.
“Te voy a quemar viva”, decía el mensaje. A pesar de ello, ninguna autoridad intervino, nadie le brindo protección y el sábado pasado, cerca de su casa, Luz fue interceptada por tres hombres y una mujer quienes la sometieron, la rociaron de alcohol y le prendieron fuego.
Días después la joven madre murió a causa de quemaduras de tercer grado en el 90 por ciento de su cuerpo.
Una atrocidad más y otro feminicidio que estremeció a México y al mundo y que, por tanto, se convirtió en tema de “la mañanera” de Palacio.
¿Y qué dijo López Obrador? Cual predicador decimonónico, el populista presidente mexicano volvió a la estulticia cotidiana y culpó al neoliberalismo.
Así lo dijo: “yo atribuyo todo esto al proceso de individualización que se impulsó en el periodo neoliberal. Durante mucho tiempo se hicieron a un lado los valores morales, culturales, espirituales y se elevó a rango supremo lo material.
“Eso es parte de la política neoliberal, había que triunfar a toda costa sin escrúpulos morales de ninguna índole. Son de los daños que causó la política neoliberal, que no se refleja en el bienestar del alma”. (Fin de la cita)
Lo que no dijo López Obrador, sin embargo, es que en su gobierno se han cometido las mayores atrocidades de la historia y sólo en el primer semestre del 2022 se rompieron todas las marcas de violencia extrema.
Pero vamos por partes.
Una atrocidad se define, Según la Real Academia de la Lengua como “una acción desmesurada y desproporcionada que se realiza con brutalidad extrema”. Justo como ocurrió en el caso de Luz Raquel Padilla.
A su vez, la organización Causa en Común, que realiza el recuento más detallado de violencia extrema, define “atrocidad” como “el uso intencional de la fuerza física para causar muerte, laceración o maltrato extremo; para causar la muerte de un alto número de personas; para causar la muerte de personas vulnerables o de interés público y/o provocar terror”.
En su más reciente reporte de “atrocidades”, Causa en Común da cuenta que de enero a junio del 2022 se cometieron al menos 3 mil 123 atrocidades en México, con por lo menos 5 mil 463 víctimas; un promedio por día de 17 actos atroces.
En enero se registraron 507 hechos atroces y al menos mil 157 víctimas; en febrero al menos 387 hechos atroces y 639 víctimas; en marzo 553 atrocidades y al menos mil 117 víctimas; en abril 493 hechos atroces y 635 víctimas; el mes de mayo es el de mayor número de atrocidades, con 548 y 874 víctimas. Por último, en el mes de junio pasado se detectaron al menos 535 atrocidades y mil 39 víctimas.
La tipología de los actos atroces cometidos sólo en el primer semestre del 2022 son los siguientes.
1.- Masacre, 250 casos.
2.- Fosa clandestina, 144 casos.
3.- Mutilación, descuartizamiento y destrucción de cadáver, 426 casos.
4.- Calcinamiento, 127 casos
5.- Tortura, 856 casos.
6.- Asesinato de niños y adolescente, 193 casos.
7.- Asesinato de mujeres con crueldad extrema, 410 casos.
8.- Asesinatos de defensores y derechos, 11 casos.
9.- Asesinato de periodistas, 12 casos.
10.- Asesinato se personas de grupos vulnerables, 27 casos.
11.- Asesinato de actores políticos, 34 casos.
12.- Asesinato de funcionarios y actores de relevancia
en materia de seguridad, 125 casos.
13.- Terrorismo, 10 casos.
14.- Linchamiento, 11 casos.
15.- Violación agravada, 96 casos.
16.- Esclavitud y trata, 28 casos.
17.- Intento de linchamiento, 122 casos.
18.- Violencia contra migrantes, 26 casos,
19.- Actos violentos entre grupos delictivos o contra la autoridad, que generan un alto impacto en una comunidad, 214 casos.
Como gritan los hechos, la violencia extrema y las atrocidades no para en todo el país, mientras que en Palacio un predicador olvidó que fue electo para gobernar y para garantizar seguridad a los ciudadanos, no para sermonear sobre los males del pasado.
Está claro que López Obrador no puede con el paquete de presidente y, por seguridad nacional, debe renunciar al cargo.
Al tiempo.