Un testimonio de las condiciones en Acapulco

En Acapulco no tenemos energía eléctrica. El huracán destrozó todo el sistema eléctrico del puerto, y seguramente levantarlo llevará días.

Ya están llegando personal de CFE de otras entidades, con postes y materiales para iniciar los trabajos.

La iluminación que existe en la noche es en los postes que no se cayeron y que tienen lámparas solares.

La mayoría de las gasolineras tuvieron la caída de sus techos por el diseño que tenían, y sin luz, no están dando servicio, pronto entraremos en crisis por falta de gasolina.

Las gasolineras más cerca y en funciones es la del Ocotito, hasta donde también hay energía eléctrica.

Al no haber luz, no hay servicio telefónico de ninguna compañía. El huracán también colapsó buena pare la infraestructura de Telmex, y restablecerla llevará su tiempo.
La mayoría de los hoteles sufrieron el rompimiento de puertas y ventanas de cristal, en algunos hoteles incluso mobiliario que salió volando y que terminó en la costera o en el bulevar de las naciones. Casi todos los espectaculares y señaléctica fue arrancada y tirada sobre casas y negocios.
El huracán volteó dos tráileres de Bimbo en el tramo del viaducto diamante, y dos camionetas con mercancía en la zona diamante.
Está inundado de la glorieta de Puerto Márquez hasta Walmart diamante. También se inundó la zona de la Colosio hasta la marquesa.
Muchas casas perdieron sus techos.
En la zona del bulevar diamante y la costera los negocios con estructuras sencillas, puertas y ventanas de cristal el huracán los impacto fuerte, y están siendo saqueado a por la población, que ya entró en pánico por una posible falta de alimentos, y otros por la rapiña. En la tarde noche hicieron rapiña en los oxxos, en Liverpool y Palacio de Hierro de la Isla, en Chedraui diamante, en Soriana Diamante, en Walmart Diamante donde sacaron todo lo que había.
No hay transporte público, en las calles hay desolación, postes, espectaculares, autos arrastrados y muchos árboles caídos.
En la autopista de Chilpancingo a Acapulco hay deslaves aún y demasiados árboles caídos. Personal del ejército y la Marina ya están llegando al puerto con maquinaria y equipo para iniciar los trabajos de limpieza y reconstrucción.
El servicio de telofonia sobre la autopista llega hasta la caseta de palo blanco, después rumbo a Acapulco ya no hay señal.
La mayoría de las personas permanecen en sus casas, hay abandono en los trabajos.
Afortunadamente hasta hoy no se tiene conocimiento de pérdidas humanas.
Si van a venir a Acapulco, es necesario que tomen en cuenta que no hay gasolina, que deben de cargar en Chilpancingo los que vienen de esa zona, que la mayoría de los negocios están cerrados y algunos saqueados, por lo que es importante traer víveres.
Ojalá que las instituciones académicas pudieran sumarse a los trabajos que coordinará el ejército, la Marina y CFE, para que los trabajos avancen más rápido.
También será de mucha ayuda para la población acapulqueña el recibir despensas que los ayuden a mitigar los impactos económicos que pronto se dejarán sentir. Ojalá podamos en otras ciudades organizar centros de acopio.
La población de Acapulco necesitará de todos para salir adelante, los trabajos serán arduos, y se necesitará la suma de todos.

Salvador Herrera Soriano, director del Instituto Tecnológico de Acapulco.