Aunque lo nieguen, sí hay terrorismo
Uso de razón
CIUDAD DE MÉXICO, 10 de noviembre de 2016.- El triunfo de Donald Trump provocó que en México se diera un insólito momento de unidad y templanza que no se puede desperdiciar.
Desde el Presidente Peña Nieto y Margarita Zavala hasta Miguel Ángel Mancera y López Obrador, mostraron coincidencias en la necesidad de enfrentar este nuevo escenario con unidad, serenidad y plena conciencia de que somos un país fuerte.
En momentos críticos para México, como es éste, los exponentes de fuerzas políticas antagónicas muestran madurez, derivada de una preocupación evidente por el daño al que estamos expuestos con la llegada de un líder extremadamente peligroso a la Casa Blanca.
Tal ánimo solidario y constructivo tiene que plasmarse en hechos concretos, para evitar que -como dijo el líder del PAN, Ricardo Anaya-, sean llamados vacíos a la serenidad.
Hay que aprovechar este momento de buena disposición interna para traducirla en acuerdos políticos que nos ayuden a poner la casa en orden.
Primero, un Fiscal Anticorrupción autónomo ajeno a compadrazgos o cuotas partidistas y aprobado por todos, por sus virtudes profesionales y éticas.
Segundo, un acuerdo para una nueva estrategia de seguridad, transexenal, que cuente con el respaldo de todas las fuerzas políticas.
La situación que llevó al Presidente Calderón a emprender una batida frontal contra grupos criminales en distintas zonas del país ha evolucionado.
Ya hemos visto qué funciona y qué no funciona, y si no se ha dado cauce a un pacto multipartidista, con participación de organizaciones sociales involucradas en la materia, ha sido por la exacerbación de las rivalidades políticas y hasta personales.
Además hay un nuevo contexto internacional. California y Florida aprobaron este martes el uso medicinal y recreativo de la mariguana, lo que por sí sólo obliga a revisar y adecuar la estrategia de lucha contra el delito.
Es el momento de hacerlo, alentados por esta sorpresiva ráfaga de cohesión nacional, toda vez que ahora resulta anacrónico que persigamos a balazos a los que llevan a Estados Unidos un producto que allá es legal.
Y un tercer acuerdo tiene que ser el fortalecimiento de los consulados mexicanos en Estados Unidos, a fin de hacer frente a lo que inevitablemente se nos va a venir encima en materia de abusos contra nuestros paisanos que allá residen de manera temporal o permanente.
Fue alentador oír al Presidente Peña comprometerse a dedicarse “en cuerpo y alma” a velar por los mexicanos en el exterior.
Da gusto escuchar a Margarita Zavala convocar a “unirnos para defender lo mucho que hemos logrado”.
Es estimulante que López Obrador convoque a tranquilizar los ánimos pues México y Estados Unidos “deben llevar una buena relación de amistad”.
Miguel Ángel Mancera llamó a tomar los acontecimientos “con calma, pues con el paso de los días estará regresando la estabilidad que estoy seguro tiene nuestro país”.
De la desgracia que significó la elección de Trump surgió un inesperado buen ambiente nacional. Aprovechémoslo. Ahí hay tres propuestas concretas.