Matan en La Ventosa a Elena, vendedora de comida
OAXACA, Oax. 2 de abril de 2020.- Se fue en silencio, sin muchas despedidas, como si quedara pendiente la próxima reunión. Así será, habrá otra ocasión para escucharle, para conversar, para cantar.
Erwin era un trovador excepcional, su voz acompañó siempre a un amigo, estaba ahí, con su guitarra. Ingeniero, funcionario, servidor público, lo que más se recordará es su gran calidad humana, a la persona que siempre tuvo una sonrisa discreta.
Este miércoles, su natal Asunción Ixtaltepec, lo recibió para acunarlo en sus entrañas y memorias.
El trovador siempre llevó al Istmo en su sangre, en su voz y en los acordes de su guitarra, que ahora llorará en memoria de un artista, de un amigo.
Como a cada zapoteco del Istmo, la música lo acompañó en vida y en la muerte, las flores adornaron su último camino y su alma partió acunada por los ritos de los Binni Zá.
Entre quienes lo conocimos y admiramos, nos quedan sus recuerdos, sus canciones y su voz sonando para siempre en nuestros corazones.
“Pero si por desgracia,
mueras o muero yo,
allá en la otra mansión
ante el creador me uniré a ti…”