
Participa oaxaqueño Víctor Manuel Cruz en foro global de ONU-Hábitat
OAXACA, Oax. 3 de junio de 2025.- Consorcio y la periodista Soledad Jarquín, recordaron siete años: 84 meses, 2 mil 555 días del 2 de junio de 2018, del crimen de la fotógrafa María del Sol, con la siguiente carta leída la tarde del lunes 2:
Gracias por estar esta tarde en este memorial de flores, luces y palabras (un poco de agua de lluvia) por María del Sol, la niña que soñó con ser fotógrafa, que se esforzó por alcanzar sus sueños y que fue una amorosa hija, hermana, nieta, tía, sobrina y amiga.
Mi agradecimiento profundo a quienes han sostenido conmigo este camino siempre difícil, lleno de obstáculos y ascendente, las compañeras de Consorcio Oaxaca.
A todas y cada una de las que estuvieron hace siete años y de quienes se han sumado a ese trabajo de defender derechos, en especial a Yésica Sánchez Maya.
Gracias a mis amigas-hermanas, Sara Lovera y al equipo de SemMéxico, a Bárbara García Chávez que ha estado conmigo en cada paso, mis compañeras de 10 Comunicación; a las compañeras de la Red de Periodistas de Oaxaca; a las compañeras de la Colectiva Madres contra el Feminicidio y la Impunidad, a mis colegas periodistas, a quienes han publicado una, dos o las notas que sean necesarias y a todas y cada una de las mujeres y hombres que de forma directa o indirecta siguen conmigo, algo que está visto no es fácil.
Agradezco siempre a mi familia, En especial a mis hijas, mis nietos, mis yernos, hermanas, sobrinas y mi mamá. Todas y todos huérfanos de esa niña que soñó con ser fotógrafa.
A 7 años, 84 meses, 2 mil 555 días del 2 de junio de 2018, de nueva cuenta estamos aquí como lo hemos hecho cada año para exigir justicia para María del Sol.
84 meses sin María del Sol, un tiempo suspendido para quienes seguimos la vida sin ella, alimentando su recuerdo en silencio o entre pláticas, mirando sus fotografías colocadas en la pared, escuchando una grabación con su voz, un video donde aparece…
Alimentamos su presencia imaginando qué habría hecho en estos siete años, las veces que habríamos dividido nuestras opiniones y las veces en que habríamos felizmente coincidido, qué estaría planeando para celebrar su cumpleaños 35, gozando cada instante de su vida, celebrando despertar cada día… algo que ya no pasó aquel 2 de junio de 2018, cuando el deseo de poder, lejano a ella, nos arrebató su presencia siempre amorosa, siempre entusiasta, siempre ocurrente, llena de sueños, de metas por alcanzar, de proyectos fotográficos y de ideas para grabar en video, María del Sol, no solo fue un sol en la casa, fue un torbellino de calidez.
Ustedes lo saben, hemos tocado todas las puertas en lo local, nacional e internacional, la impunidad no será mi silencio, aquí sigo, esperando la resolución del caso por parte de la CEDAW.
Hablamos con las y los funcionarios de todos los niveles de gobierno, con algún interés en la justicia y la verdad o al menos para eso les pagan.Enfrentamos la indiferencia, las omisiones, las burlas, los obstáculos con estoicismo y resiliencia para no quebrantar nuestras vidas, para seguir…
Nos emocionamos con la luz de una o varias promesas que al cabo del tiempo terminaron en el basurero que colocan debajo de sus escritorios los funcionarios.
Dimos puntual lectura y seguimiento a cada una de las más de 10 mil fojas que componen los cuatro expedientes fundamentales: homicidio calificado, robo agravado, delito electoral y feminicidio. Además de otras cinco mil fojas de dos carpetas más, una por corrupción y desvío de recursos y otro por un procedimiento especial sancionador que llegó a todos y cada uno de los niveles de los tribunales, en el ámbito local y del Poder Judicial Electoral de la Federación.
Dos de esas carpetas sobreseídas, porque no había más posibilidades de investigar, como dijeron.
Hemos hecho lo que nos ha tocado hacer, no tuvimos ninguna respuesta, ninguna.
Frente a nosotras, la pared de la impunidad se convirtió en vacío, en la nada infinita, el fracaso de la autoridad que solo ha dicho cosas increíbles, que ha guardado silencios, que ha ocultado información para favorecer a los feminicidas.
El feminicidio de María del Sol Cruz Jarquín, y por ende de Pamela Terán Pineda y el homicidio de Adelfo Jiménez Guerra, fue un crimen de Estado, de eso ya no tenemos ninguna duda. Frente a nuestros esfuerzos por la verdad y la justicia, el Estado hizo lo contrario, sus funcionarios faltaron a su deber.
Su violentísimo asesinato y la construcción de los muros de la impunidad han provocado, en quienes la amamos, algo de lo que no habla el sistema de justicia, porque no tiene nombre el efecto de onda explosiva que provoca, es como una bala que atraviesa los cuerpos, los lacera, ocasiona heridas soterradas entre el alma, el cerebro y el corazón, heridas invisibles que ahí están, sangran gota a gota
nuestros corazones porque es difícil creer como la codicia de unos le arrebató la vida y es vuelta a asesinar cuando le cierran las puertas a la justicia.
El 2 de junio de 2018 todo empezó a girar de manera contraria, mientras el tiempo siguió su ruta. Entonces nos volvimos parte de un problema que recorre cada día a nuestro país, el feminicidio y la impunidad. Por eso me resulta vergonzoso e indignante escuchar a las y los funcionarios prometiendo que van a cambiar el sistema de justicia, la pregunta es ¿cómo lo van a hacer?
La definición de justicia siempre es diferente para las víctimas, para los victimarios y para el sistema, la prueba fehaciente de lo que digo son estos dos mil 555 días sin encontrar la puerta para llegar a ella. Pero la vergüenza no es nuestra, la vergüenza no es de las madres, la vergüenza no es de las familias, no es de nuestras hijas, la vergüenza es para el Estado que ha sido incapaz de cumplir con su tarea.
Las madres de las víctimas de feminicidio en Oaxaca aprendimos en octubre del 2022 que podemos acceder a otros tipos de justicia. Durante el Tribunal Feminista contra el Feminicidio en Oaxaca, siete familias obtuvimos una justicia ciudadana que nos permitió saber que teníamos razón, que no estábamos equivocadas, porque era el Estado quien había negado a nuestras hijas el derecho de vivir libres de violencia y quien después les había negado la justicia, la verdad y la reparación del daño.
En lo particular he aprendido que el silencio es mi mayor enemigo, por ello durante estos años he armando la verdad histórica de este testimonio de impunidad que no es el único en el país, presentaremos el libro que da cuenta de esa historia que hemos vivido en siete largos años,en el que demostramos los yerros de tres fiscales; los errores de jueces que ignoran las leyes y la intromisión de otros poderes. Un entramado maloliente de impunidad, corrupción y complicidad construido desde el intrincado tejido del poder político y el poder delincuencial.
¡Hasta que la justicia se haga costumbre!
¡Justicia para Sol es justicia para todas!
Soledad Jarquin Edgar
Madre de Maria del Sol Cruz Jarquín