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¿Un soldado en cada hijo?
Morelia, 11 de marzo, 2017.- “–Cuatro—dijo el Jaguar. Los rostros se suavizaron en el resplandor vacilante que el globo de luz difundía por el viento, a través de escasas partículas limpias de vidrio: el peligro había desaparecido para todos, salvo para Porfirio Cava. Los dados estaban quietos, marcaban tres y uno, su blancura contrastaba con el suelo sucio”. (Mario Vargas Llosa, La ciudad y los perros).
El panameño Dimas L. Pitty escribió en el libro Mitos y fantasías de América Latina, que la novela La ciudad La ciudad y los perros y las otras dos narraciones que le siguieron: La casa verde y Conversaciones en la Catedral, “son en sí mismas en su conjunto una de las visones más extraordinarias del Perú”.
El periodista y crítico literario, antes citado, comentó que el libro La ciudad y los perros, es un texto autobiográfico, muy subjetivo, pero si lo juntamos con los otros dos libros, se trata de una de las pruebas más diáfanas de la búsqueda de identidad por medios y recursos literarios.
El escritor peruano nació en marzo de 1936 en la población de Arequipa. Comentó en el prólogo de uno de sus libros que comenzó a escribir La ciudad y los perros en 1958, en Madrid y la terminó en 1962 en París. Dijo que el manuscrito estuvo rodando como alma en pena, de editorial en editorial.
“Este es libro que más sorpresas me ha deparado y gracias al cual comencé a sentir que se hacía realidad el sueño que alentaba desde el pantalón corto: llegar a ser algún día escritor”. El 10 de diciembre de 2010 recibió el Premio Nobel de Literatura.
Quien modestamente declaró que si pudiera resucitar al argentino Jorge Luis Borges le entregaría este reconocimiento. Vargas llosa se hizo famoso en México cuando la revista “Vuelta” organizó un encuentro internacional de intelectuales que se trasmitía en televisión, y el escritor peruano al hablar de las dictaduras en América Latina dijo que en México se vivía una dictadura camuflada, o para decir directamente: la dictadura perfecta.
El libro más conocido de Vargas Llosa en México es sin duda Los cachorros, novela corta, que fue lectura obligada en algunas preparatorias, y que también fue llevada al cine. El escritor peruano es esencial en el recuento latinoamericano, aunque lo mismo como se autodefinió Borges, es ideológicamente pobre.
Vale la pena leer a Vargas Llosa, porque es parte fundamental para entender un poco lo que es Latinoamérica, su gran riqueza, magia, exuberancia, rebeldía, opresión y sobre todo creatividad.
Fuente: Quadratín Debate