Paloma Sánchez-Garnica, premio Planeta 2024, y Beatriz Serrano, finalista
Apunte diario sobre letras hipnóticas
¿Puede usted creer que un gato doméstico pueda cazar para darle de comer y no muera usted de hambre?
Una historia verdadera de amor y fraternidad entre especies
Libro: «Últimos Testigos: Los niños de la Segunda Guerra Mundial», escrito por Svetlana Alexiévich.
En medio de la oscura y desgarradora realidad del asedio de Leningrado durante la Segunda Guerra Mundial, una historia de amor y supervivencia emerge de entre las ruinas y la crueldad de la guerra.
En el libro «Últimos Testigos: Los niños de la Segunda Guerra Mundial», escrito por Svetlana Alexiévich, se relata un episodio conmovedor protagonizado por Vaska, un valiente gato que se convirtió en el salvador de sus amas humanas.
El asedio de Leningrado, que duró desde 1941 hasta 1944, fue uno de los episodios más devastadores y mortales de la guerra.
Durante este tiempo, la ciudad se encontraba rodeada por las fuerzas alemanas y su población se enfrentaba a la escasez de alimentos y suministros básicos.
En medio de este panorama desolador, Vaska se convirtió en un símbolo de esperanza y resistencia.
El gato Vaska, que pertenecía a dos hermanas llamadas *Irina y Katya, demostró un coraje extraordinario al salir a cazar en medio de los bombardeos y la destrucción para encontrar comida y alimentar a sus amas.
A pesar del peligro constante y las dificultades, Vaska se las arregló para atrapar pequeñas presas y llevarlas a casa, asegurando la supervivencia de las hermanas en tiempos de hambruna.
La historia de Vaska es un recordatorio conmovedor del amor incondicional y la lealtad que los animales pueden brindar en tiempos de adversidad.
En medio del horror de la guerra, la presencia de este valiente gato se convirtió en un rayo de esperanza en la vida de Irina y Katya, quienes encontraron en su compañía un consuelo y una razón para seguir luchando.
«Últimos Testigos: Los niños de la Segunda Guerra Mundial» es un libro que recopila los testimonios reales de aquellos que vivieron la guerra siendo niños. Escrito por Svetlana Alexiévich, ganadora del Premio Nobel de Literatura, nos sumerge en las experiencias de aquellos que sobrevivieron a la violencia y el sufrimiento, pero también nos muestra la fuerza del espíritu humano y la capacidad de resistencia ante la adversidad.
La historia de Vaska nos recuerda que, incluso en los momentos más oscuros, el amor y la valentía pueden prevalecer.
Este pequeño gato se convierte en un símbolo de esperanza y nos enseña que, en medio de la crueldad de la guerra, el heroísmo puede encontrarse en las acciones más simples y en los lazos de afecto más profundos.
La historia de Vaska, el gato héroe del cerco de Leningrado, nos invita a reflexionar sobre la importancia de la empatía y el cuidado mutuo en tiempos difíciles.
Su legado perdura como un testimonio de la capacidad de los animales para mostrar un amor incondicional y convertirse en verdaderos héroes en situaciones extremas.
Acordeón
El Sitio de Leningrado
Durante la Segunda Guerra Mundial, el cerco de Leningrado se convirtió en uno de los episodios más trágicos y heroicos de la historia.
La ciudad de Leningrado (hoy San Petersburgo), ubicada en la Unión Soviética, fue sitiada por las fuerzas alemanas durante casi 900 días, desde septiembre de 1941 hasta enero de 1944.
El asedio de Leningrado fue parte de la estrategia alemana para debilitar a la Unión Soviética y conquistarla.
Durante estos largos años, la población de Leningrado se vio sometida a condiciones extremas de hambre, frío y bombardeos constantes.
Los suministros escaseaban y las personas sufrían una desnutrición severa.
En el bando alemán, el general Wilhelm von Leeb fue el encargado de liderar la operación de cerco y asedio a Leningrado.
Su objetivo era capturar la ciudad y someter a la población soviética.
Sin embargo, la resistencia de los defensores y la determinación de los ciudadanos convirtieron el cerco en una gesta histórica de valentía y sacrificio.
Por otro lado, en el lado soviético, destacaron líderes militares como el general Georgy Zhukov y el mariscal Kliment Voroshilov, quienes supervisaron la defensa de Leningrado y coordinaron las acciones para resistir el asedio.
Su liderazgo y estrategia permitieron mantener la moral alta y mantener viva la esperanza de liberar la ciudad.
La población civil también desempeñó un papel fundamental en la defensa de Leningrado.
Hombres, mujeres y niños se unieron en la construcción de fortificaciones, la organización de brigadas de extinción de incendios y la protección de los recursos restantes. La resiliencia y el espíritu de lucha de la población civil fueron clave para mantener la ciudad en pie.
Las gestas históricas y los actos de heroísmo fueron abundantes durante el cerco de Leningrado.
Muchos ciudadanos arriesgaron sus vidas para rescatar a sus compatriotas atrapados bajo los escombros, mientras que otros defendieron con valentía las líneas del frente.
La historia está llena de relatos de coraje y sacrificio que demuestran la fortaleza del espíritu humano en medio de la adversidad.
Finalmente, en enero de 1944, las fuerzas soviéticas lograron levantar el cerco de Leningrado.
La ciudad había sufrido enormemente, pero su resistencia y determinación habían dejado una huella imborrable en la historia.
El cerco de Leningrado se convirtió en un símbolo de la fortaleza y el espíritu indomable de aquellos que se enfrentaron a la crueldad de la guerra.
El asedio de Leningrado y sus gestas históricas nos enseñan la importancia de la unidad, el coraje y la resistencia en momentos de gran adversidad.
A través de la memoria de aquellos que vivieron y lucharon durante esos terribles años, debemos recordar y honrar su valentía, asegurándonos de que su sacrificio nunca sea olvidado.
Con afecto
Arturo