Padre Marcelo Pérez: sacerdote indígena, luchador y defensor del pueblo
*Letras breves*
El frío era intenso, con lluvia, la carretera sola y era de noche.
La radio entonaba música de Mijares o Montaner.
Exigió decidida, con los hojas enrojecidos por el coraje y las lágrimas, bajar del auto, que por cierto con carga y sin frenos conducía él.
La zona, las condiciones de la carretera, la falta de frenos y el peso, hacía de mayor riesgo tratar de detener el auto de carga.
La discusión siguió hasta llegar a su destino con los ánimos menos encendidos por lo inagotable que es la esperanza y el deseo de conexión.
Pensando uno del otro, estamos condenados a ser sombra de tu sombra, y a soñar con tu nombre en cada madrugada.
Al paso del tiempo lo segundo tal vez fue real y con ventanas abiertas los sueños ahora son errabundos.
Al día siguiente la vida continuó para esos locos vendedores de pasiones, la carga se agotó en la realidad del trabajo.
Vueltos a la jornada allá fueron, por más besos y abrazos inconclusos.