Economía en sentido contrario: Banamex
CIUDAD DE MÉXICO, 25 de enero de 2021.- Al presidente lo alcanzó la Covid. Está aislado y en cuarentena. Abundan los deseos por la pronta recuperación de su salud. Ruin y mezquino sería desear lo contrario, sin embargo, López Obrador, por su edad y padecimientos cardiacos previos, aunque esté muy bien atendido, atraviesa una situación delicada que pone al país en un complicado y riesgoso escenario si por alguna razón llegara a agravarse.
El contagio presidencial viene a ser un referente de la gravedad de la pandemia que ha cobrado la vida a 150 mil mexicanos, según registro oficial, aunque la cifra podría ser más del doble, unos 370 mil muertos, y acumula a la fecha más 1 millón 711 mil contagios; 20 mil diarios; 833 por hora; 34 por minuto desde el primero de enero.
En el libro “Un Daño Irreparable; La Criminal Gestión de la Pandemia en México”, que causa revuelo, la doctora Laurie Ann Ximénez-Fyvie, jefa del Laboratorio de Genética Molecular de la UNAM, graduada en la Universidad de Harvard, argumenta cómo el Estado ha sido incapaz de rectificar la estrategia de contención del Covid, que ya es la tercera causa de muerte histórica en México, solo superada por la guerra del narco y la Revolución.
Ximénez-Fyvie afirma que la gestión política de la pandemia nos dañó irremediablemente. Explica el sometimiento del doctor Hugo López-Gatell al poder presidencial. Dice que López-Gattell es un político disfrazado de científico que engaña con falsedades, manipula datos y esconde errores de método; que la atención temprana de la emergencia resultó un fracaso por la escasez de pruebas masivas y el menosprecio a la ciencia. Ximénez-Fayvie manda a Gatell y sus “cotidianos ejercicios de estupidez” a la basura.
Tarde o temprano vendrá la rendición de cuentas, pero mientras, ansiedad, angustia, desesperación, rabia e indignación nos abrazan hasta la asfixia, incluido el presidente.