
La relación entre imperfección y contemplación en la obra de Osukā Takai
CIUDAD DE MÉXICO, 25 de febrero de 2018.- Con gran virtuosismo y musicalidad, seduciendo a propios y extraños, la destacada violinista canadiense Angèle Dubeau y el ensamble La Pietà despertaron los aplausos en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.
Originaria de Saint-Norbert, Quebec, Dubeau engalano el máximo recinto cultural del país, al interpretar obras de compositores de la talla de Antonio Vivaldi, Camille Saint-Saëns, George Enescu, Srul Irving Glick, Ennio Morricone, Max Richter, Philip Glass y Ludovico Einaudi.
Antes del inicio del recital, la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Lidia Camacho, comentó que las entradas del concierto serán destinados a la reconstrucción de la Casa de Ensayo del Grupo Teatral Tehuantepec, Oaxaca, que fue destruida por los sismos de septiembre pasado.
Acompañada del embajador de Canadá en México, Pierre Alarie, la funcionaria agradeció el gesto del diplomático, así como al grupo canadiense por el recital.
Segundos después, Marco Petriz, director de dicho grupo teatral, agradeció a las autoridades de ambos países, así como a Angèle Dubeau y el ensamble La Pietà.
Considerada como una de las pocas violinistas clásicas en el mundo que han sido galardonadas con discos de oro, Dubeau y sus ochos virtuosos, dejaron con la boca a abierta a los presentes, quienes mostraron su entusiasmo.
En su quinta visita a México, la canadiense encantó a un público que se le volcó en aplausos, tras ofrecer de lo mejor de su repertorio, música de compositores que ha amado y seguido a lo largo de sus 40 años de carrera musical.
Ataviada con un vestido en color negro, la rubia con gafas rojas, acompañada de su violín Stradivarius Des Rosiers de 1733, deleitaron por espacio de una hora y media, con un recital ecléctico, haciendo sonar obras desde lo más clásico, hasta la vanguardia minimalista.
El programa presentó las obras «Danza Macabra», de Camille Saint-Saëns; «Concerto per archi: Allegro», de Antonio Vivaldi; «Life», de Ludovico Einaudi; «Old Toronto Klezmer Suite: The Rabbi’s Wedding at the Palmerston Street Shul», de Srul Irving Glick, y «Suite de Las horas», de Philip Glass, entre otras melodías.