
La CNTE y la delincuencia: hegemonía de poderes fácticos
Miscelánea, salud y política
«La ignorancia del votante en una democracia, pone en peligro la seguridad de todos» J. F. Kennedy
En vísperas de perder el último bastión de nuestro sistema democrático, no hay campanas que se puedan echar a vuelo, a sólo tres días de las elecciones del Poder Judicial de la Federación; nos debemos preparar para que el régimen autocrático, en nombre de todos los mexicanos, aseste el golpe demoledor.
Sin exagerar, el domingo 1 de junio se efectuará una farsa montada por los que detentan el poder actualmente, puesto que los próximos comicios judiciales en nada cumplen con ser populares ni democráticos, al carecer del aval ciudadano y de la oposición y haber pasado por encima de la voluntad libre y soberana de los votantes para decidir en forma informada por quién sufragar.
No se deje engañar por la publicidad que vende la elección como conquista del gobierno del pueblo, casi ningún país del mundo elige en forma directa a sus jueces, magistrados ni ministros, por varias razones, entre ellas están que se pondrían en riesgo su idoneidad, imparcialidad, independencia y objetividad.
Esta historia comenzó con un engaño de parte del líder de la 4T, quien desde 2021, abusando del poder presidencial, logró dejar a su sucesora al frente de una autocracia, con la encomienda de hacer realidad su Plan «C» y mantener el poder transexenal.
La presidenta Claudia Sheinbaum en ocho meses que lleva de administración concretó las reformas constitucionales para avanzar en la ruptura del equilibrio entre los poderes de la Unión: primero fue la integración de una «mayoría» incondicional en el Poder Legislativo, una mayoría integrada por encima de la votación alcanzada en las urnas (se apoderaron del 75% de espacios con 52% de votos).
Luego fue desaparecer a los organismos autónomos constitucionales y, en cuestión de horas, se dará la destrucción del Poder Judicial.
El futuro de México se ha ensombrecido ante la próxima consolidación de un sistema judicial dependiente primordialmente de los políticos de Morena al frente del Ejecutivo y Legislativo federales y de sus gobernantes en 24 entidades del país; mientras que la oposición (PAN, PRI y MC) que gobierna 8 estados, espera mantener el control judicial en sus territorios.
Gracias a esta «experiencia Kafkiana» (según el diario británico Financial Times) también podrán irrumpir en forma directa en el Poder Judicial Federal otros grupos fácticos, como son los carteles criminales y los consorcios mediáticos, entre otros.
México retrocede con la destrucción del andamiaje jurídico y la representación judicial de carrera, ambos construidos en las últimas tres décadas; de esta forma se debilitará más para negociar con nuestro principal socio comercial en el T-MEC; se aleja la oportunidad de ser destino de inversiones extranjeras y de aprovechar el nearshoring, entre otras calamidades anunciadas.
Las autoridades electorales (especialmente las presidentas del INE y TEPJF) ya han dado muestras de subordinación al poder Ejecutivo, por ello, aunque se multiplican las pruebas de que Morena realizó «acordeones» para inducir el voto a favor de los candidatos cercanos al poder, y esto demuestre cómo se pisotean los derechos ciudadanos y la ley, muy pocos apuestan porque procedan los juicios en contra de los tramposos, se apliquen sanciones penales o anulaciones por inducción o compra de votos.
Para quienes se preguntan si es mejor votar o no hacerlo, esta será una decisión personal, de consciencia o inconsciencia ciudadana.
Les reitero los argumentos más usados: para el régimen actual es necesario que la gente acuda a las urnas con su «acordeón» en mano –como cuando los alumnos acudían a examen sin haber estudiado- y sufraguen por los recomendados por Morena para consolidar su supremacía. Esperan que así, acarreados e inducidos por los gobernantes y dirigentes de organizaciones gremiales afines, vote alrededor del 20% del padrón electoral.
Mientras que Laboratorio Ciudadano y otras organizaciones recomiendan votar por opciones diferentes de las recomendadas en el «acordeón», por ejemplo, a favor de aspirantes con las iniciales E. F. (En Funciones) inscritas en las boletas, para evitar hacerle el juego a la autoridad y que México quede en manos de una sola opción política o de improvisados.
En los ocho estados gobernados por la oposición se prevé que ocurra algo similar, en algunas entidades hasta hicieron «planillas únicas» para inducir el voto hacia sus favoritos.
Sea cualesquiera la decisión que tome usted, reflexione en que existen gravísimos errores de origen en esta elección, como que las boletas son demasiado pequeñas para reunir demasiada información; en algunos casos no hubo candidatos registrados suficientes; otros aspirantes decidieron renunciar antes de la contienda, pero no alcanzaron a ser borrados sus nombres, etcétera.
Para los ciudadanos libres y responsables es mejor no votar, así se evitará legitimar un fraude a la democracia, una farsa que traerá graves consecuencias políticas, económicas y sociales al país.
Existe otra opción, ésta impulsada por organizaciones sociales y de oposición que están llamando a los ciudadanos a: en lugar de ir a las urnas, protestar el próximo domingo 1 de junio, sumarse a concentraciones y marchas en contra de este golpe al Estado mexicano, en el cual además se dejó fuera el poder ciudadano de contar los votos y poder cancelar las boletas sobrantes el día de la elección.
La Mega-marcha en la Ciudad de México, está citada a las 11:00 horas en el Ángel de la Independencia y luego se realizará una caminata hacia el Zócalo capitalino. Hasta el momento se habían confirmado movilizaciones simultáneas en las ciudades de Guadalajara, Monterrey, Puebla, Querétaro, León, Mexicali, Tijuana, Monclova, Aguascalientes y Michoacán. Infórmese los horarios y desfile con su propia pancarta, si así lo determina.
Y hablando de marchas y concentraciones, el próximo viernes 30 de mayo, en la plaza Zarco (a un costado del templo de San Hipólito, cerca del Metro Hidalgo), periodistas y comunicadores convocan a una reunión para recordar los 41 años del asesinato del periodista Manuel Buendía. La cita es a partir del mediodía del viernes 30 de mayo, donde además se exigirá a las autoridades la aplicación de la ley y el esclarecimiento de los asesinatos de profesionales de la comunicación en México.