
Cuba: de simbolismo político a lastre geopolítico con EU
Dice el librito en una de sus tantas aseveraciones tan vigentes que a la vez que el sistema dominador se radicaliza, está cavando su propia tumba y al paso que vamos como lo hemos experimentado desde la alternancia del poder por un partido distinto al que por más de ochenta años manejó la administración del bien público y los controles políticos de casi toda la población, duran en el poder no más de dos sexenios y salvo las afirmaciones truqueadas de los que encabezan el grupo en el poder actual, sus simpatizantes, comunicadores a modo, académicos e intelectuales favoritos del régimen así como la cada vez al menos a la hora de votar militancia partidista que los representa, las señales, resultados y la creciente cantidad de temas de importancia nacional como el enfrentamiento con el magisterio de la CNTE, nos hablan de una división interna que ya está resultando dañina para ese partido y su gobernante, de la pérdida de control de su base como también se puede constatar en los resultados de las elecciones recientes en Veracruz y Durango y las respuestas cada vez más virulentas y bastante emocionales desde el más alto cargo público en México.
De los ríos de tinta, de las inefables redes sociales y de los pronunciamientos de tirios y troyanos que se han vertido para calificar la elección del poder judicial que salvo la entrega de las constancias de mayoría ya es un caso juzgado, considero más que suficiente hablar de esos enfoques por cierto bastanteencontrados como la mayoría de trascendencia nacional por los tiempos que vivimos, y considero conveniente ventilar otros dos aspectos que me parecen ya torales salvo que algún recurso de última hora evite que los hasta ahora 9 ministros reconocidos en los resultados del INE como triunfadores se les entregue sus constancias de mayoría, ya que estos sacaron de la discusión o referencias públicas la polémica de la legalidad o ilegalidad de la elección. Estos aspectos son el que “por segunda ocasión en la historia de México un indígena llegue a la corte” y las grandes expectativas que su ascenso como Ministro Presidente de la Corte despierta cada día más entre sus afines, los panegiristas de los Pueblos y Comunidades Originarias y una buena cantidad de ONGs que han sido colaboradoras y solidarias con la persona en mención.
La polémica que en el ámbito de la Antropología se dio por más de cincuenta años de quién si o quién no era indígena regresó desde las ruinas arqueológicas más vetustas recicladas de nuevos conceptos, cargas ideológicas, adjetivos y por lo que se lee y se conoce en los medios de comunicación, con un desconocimiento galopante que exhibe sobre todo rencores sociales, epítetos de clase, victimización maniquea y juicios de valor auténticamente a diestra y siniestra ya sea para denostar o apoyar el hecho “que un indígena llegue a la corte” como si el haber sido el número uno en la lista del ya trágico acordeón repartido en miles de electores y que “ curiosamente” todos los ahí promovidos fueron los ganadores no contara, porque además del conocimiento público y los que votaron pudieron confirmar que en este caso nose hubiera anotado que era indígena. Para el análisis a toro pasado de este resultado se puede ver en Google antes de ser postulado esta persona las menciones que su nombre tiene y sobre todo, ver dónde obtuvo la votación que lo llevará a presidir la nueva Corte por dos años y otros más como uno de los nueve ministros que la conforman, así como las nuevas reglas de operación de la Corte que entre sus cambios trascendentales en la ya casi extinta hasta septiembre, que sobre todo al Ministro Presidente se le acotan sus funciones y responsabilidades a una especie de oficialía de partes.
Como el aludido lo ha dicho en las cada vez mayores entrevistas que da, carece de experiencia judicial, hereda al igual que el resto de los ministros un rezago que de acuerdo a las nuevas reglas le pueden causar sanciones importantes, explicitando profusamente su trabajo en la defensa de los derechos indígenas, sobre todo desde las ONGs, su militancia en las reivindicaciones de los Pueblos y Comunidades Originarias, así como lo que sostiene en la defensa de la identidad y los sistemas normativos internos. Ni negación de su origen que al menos públicamente hasta ahora alguien se lo pida, ni esa especie de victimización por ser “indígena” históricamente discriminado es estratégico ni mucho menos conveniente: Estudiar, aprender, prepararse en la compleja materia judicial y por supuesto alejarse de los cantos de las sirenas esa si mestizas del ser el nuevo Juárez, que va a reivindicar a los Pueblos y Comunidades Originarias de manera sustantiva, so pena de engrosar la larga y ominosa lista de los espejismos del mundo accidental y de los que hasta hoy han podido comprar la justicia que tanto necesitamos todas y todos.
Gerardo Garfias Ruiz