Instalan ofrenda para recordar a muertos de Ayotzinapa en Chilpancingo
CIUDAD DE MÉXICO, 27 de septiembre de 2019.- Sin escuelas, sin posgrados, sin traje, sin corbata y con una ligera carcajada Alejandro González Iñárritu dice que el honoris causa que le otorgará la UNAM “quizá (es) un error pero para mí un gran honor”, detalló un comunicado.
Durante tres horas y media les narra a sus colegas universitarios sobre el sacrificio, los riesgos y la locura de hacer cine. Ninguna película vale lo que una vida humana, “no puedes poner en riesgo la vida de alguien”, y recuerda las dificultades al filmar la escena del choque en Amores Perros, en la que por centímetros los mirones estuvieron a punto de sufrir un accidente.
Uno de los estudiantes le confiesa: ¡Eres mi héroe! González Iñárritu sonríe. “¿Qué película te ha conmovido?”, “ninguna”, respuesta desprovista de diplomacia. No duda en criticar lo vertiginoso de los contenidos de televisión. Es una máquina hambrienta que pide más y la calidad se pierde. El cine ha dejado de soñar e imita a la literatura.
Sigan leyendo aquí: Quadratín México