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OAXACA, Oax. 1 de enero de 2021.- Para el artesano José Luis Martínez, un par de zapatos va más allá de dos accesorios de la vestimenta, es la dedicación de varias horas de para tener una pieza única y que además, procura el sustento a varias familias.
Desde su taller elabora zapatos artesanales, con textiles y bordados de la región del Istmo y algunas otras de Oaxaca.
A los siete años de edad inició con la elaboración de huaraches, una herencia de su abuelo y padre.
En el 2006 reinició con la actividad, pero en ese mismo año, enfermó y le prohibieron trabajar con la piel.
De ahí, buscó con su familia opciones para seguir trabajando y optó por los zapatos con tela, agregarles bordados, entre ellos los del Istmo.
La gente fue llegando a su taller, estuvo recibiendo peticiones e incluso le llevaron sus modelos, así como dibujos.
“Poco a poco fui buscando proveedores, comprando hormas, y aprendiendo técnicas nuevas sobre la marcha, porque no fui a una escuela de calzado. Pero me fui abriendo la mente, de buscar algo diferente”, dijo el artesano.
José Luis Martínez busca dejar una huella en la familia y desde su taller tiene diversas creaciones.
Otro tema importante es la generación de empleo, ya que da trabajo a unas siete mujeres que bordan las telas y a otras personas a las que les compra los insumos.
En este momento, lo fuerte que realiza desde su taller es la elaboración de zapatillas bordadas del número 8, con suela de cuero e incluso con grabados a mano.
También los tenis son entre sus principales atractivos.
Informó que un pedido lo tiene listo entre 20 y 30 días, dependiendo de la complejidad del la elaboración o los detalles que requieren las personas.
Diversas personalidades han adquirido las piezas elaboradas por José Luis, quien siente orgullo de su trabajo.
Y si usted quiere una pieza única, de su medida que además tenga belleza, puede acudir al taller para hacer su pedido.