Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
Oaxaca, Oax. 19 de agosto de 2013 (Quadratín).- Dice Julio Duch que la única vez que asistió a tomar una clase en la escuela fue para que le explicaran qué es el perímetro. La profesora Graciela Hernández Rivera lo llevó al patio, y sin necesidad de gis ni pizarrón le explicó tan claramente, que jamás lo olvidó.
Julio Alejandro Duch Rovirosa tiene actualmente veinte años. Nació en Oaxaca pero su padre, a quien debe toda su educación, lo crió parte en Oaxaca, parte en Quintana Roo. Al principio su padre lo inscribió en la primaria, pero se dio cuenta que no era lo suficiente para hacernos crecer y nos sacó, a mí y mis hermanos de la escuela, relata.
Entrevistado en la escuela primaria Policarpo T. Sánchez, en la agencia de San Martín Mexicapan, donde la directora del plantel le enseñó personalmente qué era el perímetro, el joven desertor de la instrucción formal narra su experiencia de haberse educado fuera de las aulas.
Pude hacer una licenciatura, y salir y convertirme en empleado, eso no tiene problema, pero mi padre nos enseñó a ser los jefes de nuestra propia vida. Fue tan simple como para él cambiarnos una televisión de pantalla plana por un cielo de estrellas; nos llevó a ver cómo nacen las tortugas. Si a un niño le preguntas de dónde proviene el huevo o la carne dicen te van a decir: del refrigerador. Nosotros nos educamos el aire libre.
Su padre, fundador de la reserva de la biósfera de Sian Kaan en Quintana Roo, y de la reserva de Agua Azul en Chiapas, fue quien le enseñó a leer a él y a sus dos hermanos. ¿Con qué libro? Con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, recuerda. Y cuándo le preguntaba a su padre una palabra desconocida, o sobre una ciudad o país lejano, lo remitía al libro que hoy parece olvidado: el diccionario. Y les enseñaron sobre las distintas culturas las propias personas que las practicaban.
Un día, debido a que su padre demandó al Gobernador y al propio presidente de la República por una invasión a la reserva de Sian Kaan, fueron perseguidos y tuvieron que salir de Quintana Roo. Huyendo conocieron buena parte del país. Era el 2005 y Julián Alejandro tenía doce años.
Aprendí lo que no tienes idea. Aprendimos a trabajar y a comercializar nuestras piezas de artesanías que elaboramos con base en material reciclable: pet, periódico, semillas secas. Yo te vendo lo que me pongas sin ningún problema, expresa.
-¿Y cuando veías a los demás chicos de tu edad que iban a la escuela, tú qué pensabas?
-Yo estudié primaria y secundaria por el sistema abierto. Y lo que yo veía en otros chicos de mi edad es que guardaban su dinero para hacer lo que hacían sus padres: comprar su droga, coca, mariguana o hasta pegamento. La educación empieza en la familia, si el papá trabaja y la mamá trabajan, ¿quién le dice al niño que 4 por 2 son ocho? ¿quién le explica los cambios fisiológicos de su cuerpo? ¿quién los guía?
Julio Alejandro ha impartido conferencia y talleres de reciclaje de pet en 17 universidades La Salle del país y en unas 20 escuelas públicas. El hecho de no haber tenido una educación convencional no le ha privado de absolutamente ningún conocimiento que pueda estar en los libres, sostiene. Usa teléfono celular, maneja el internet. Todo es facilísimo porque el ser humano tiene ese don: desea algo, lo ve, lo piensa y lo hace.
Es, asegura un buen ciudadano. Cuenta con su credencial de elector y vota. No le interesa acumular dinero en el banco pero sabe que en esta vida todo se compra, desde una botella de agua hasta una coca cola, o un auto. ¿De qué me sirve tener 10 mil pesos en la bolsa si un día no me servirán ni para comprar un bote de agua, se pregunta.
-¿Cuál es tu religión?
-Gracias a Dios soy ateo. Creo en un Dios todopoderoso que nos da un nuevo amanecer y creo en que hay que vivir: sufrir lo malo y gozar lo bueno. Creo que nuestro país se encuentra empobrecido porque somos un pueblo que no reclama sus derechos. Si fuéramos mejores ciudadanos podríamos derrocar al gobierno más poderoso. Cumplo con mis obligaciones. Soy mexicano.