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Oaxaca, Oax. 9 de diciembre de 2012 (Quadratín).- El sacerdote José Alejandro Solalinde Guerra, presidente de la Asociación Hermanos en el Camino, recibirá este lunes el Premio Nacional de Derechos Humanos 2012, en un acto a efectuarse a las 11:00 horas en la Residencia Oficial de Los Pinos.
El presidente Enrique Peña Nieto, encabezará la ceremonia junto con el titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia Villanueva y los integrantes el Consejo de Premiación del galardón que es un reconocimiento a las personas que se han destacado en la promoción efectiva y defensa de los derechos fundamentales.
Este año, la CNDH reconoce la labor que en este sentido y en defensa de los derechos humanos de las personas migrantes ha desempeñado el padre Solalinde desde el albergue Hermanos en el Camino, en Ixtepec, Oaxaca, mismo que fundó el 27 de febrero de 2007.
El presbítero coordina las actividades del albergue y, junto con su equipo de voluntarios, proporciona alimento, posada, atención médica, apoyo psicológico y orientación jurídica a las personas migrantes en tránsito por México, provenientes principalmente de Centro y Sudamérica.
Durante los últimos cinco años ha acompañado a los migrantes a presentar más de 200 denuncias ante las autoridades competentes por delitos como homicidio, robo, secuestro, asalto, extorsión y violación.
Originario del Estado de México, en 1982, decidió ir como misionero a Oaxaca donde sirvió en parroquias con comunidades indígenas amuzgas, mixtecas, chatinas y zapotecas.
Alejandro Solalinde se vio obligado a abandonar el país del 15 de mayo al 10 de julio, debido a las amenazas que recibió por su labor humanitaria.
Por su relevante tarea como defensor y promotor de los derechos humanos de las personas migrantes, ha recibido varias distinciones, entre las que figuran: El Premio Nacional por la Igualdad y la No Discriminación en 2007; medalla Emilio Krieger 2011, que entrega la Asociación Nacional de Abogados Democráticos, y el Premio Paz y Democracia, Derechos Humanos 2011, que entrega la fundación Pagés Llergo.
Foto: Archivo