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Ciudad Ixtepec, Oax. 5 de diciembre de 2012 (Quadratín).-El Premio Nacional de Derechos Humanos 2012 otorgado al padre Alejandro Solalinde Guerra fue considerado por el clérigo como un reconocimiento y un espaldarazo a todo el trabajo realizado en tiempos difíciles por parte de defensores de derechos humanos, casas de migrantes, sociedad civil y medios de comunicación, a favor de migrantes centroamericanos en su tránsito por México.
El responsable de la casa de migrantes en Ciudad Ixtepec, Hermanos en el camino, emocionado comentó que el premio no es de él, sino de todos los que se han involucrado en la lucha sincera y desinteresada a favor del respeto a las garantías de los migrantes.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos otorgó la semana pasada el Premio Nacional de Derechos Humanos 2012 al controvertido sacerdote católico, por su destacado trabajo de promoción efectiva y defensa de los derechos fundamentales de migrantes centroamericanos que todos los días cruzan el territorio sureño del país.
El Consejo de Premiación del Premio Nacional de Derechos Humanos indicó que la ceremonia de entrega del premio se verificará el día que determine el Titular del Poder Ejecutivo Federal, en los términos que señala la Ley. Será entregado por el nuevo Presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
Sobre el nuevo gobierno federal, Alejandro Solalinde Guerra comentó que le da el beneficio de la duda , pero resaltó no será mero observador, por el contrario continuará luchando del brazo de la sociedad civil y exigiendo, porque no hay concesión en cuestión de derechos humanos, independientemente del gobierno que esté.
El defensor de migrantes deseó que el nuevo gobierno no contamine el tema migratorio con la agenda de seguridad, para así no violentar los derechos humanos de miles de migrantes.
El presbítero recibió la noticia durante su gira de trabajo en el extranjero, por lo que hasta ahora emitió sus primeras impresiones al respecto. En tanto los integrantes del albergue Hermanos en el camino, recibieron la noticia con mucha alegría y celebraron la decisión del jurado de reconocer el trabajo arduo que realiza Solalinde Guerra en el sur de Oaxaca a pesar de las amenazas de muerte en su contra.