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Oaxaca, invitado de honor en la FIL de Palacio de Minería
Oaxaca, Oax. 30 de julio 2012 (Quadratín).- Tras inaugurar su exposición Desorden del caos, en el Centro Cultural Santo Domingo, Ana Santos, quien pisó la cárcel por andar grafiteando los muros de la ciudad, dice que a sus 32 años sigue siendo rebelde, aunque ahora vive más tranquila y su lenguaje pictórico es más sutil.
Lo de pintar en la calle era un juego y después se convirtió en el proyecto Sombras en la calle apoyado por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes en 2004 y 2005. El trabajo consistía en salir a la calle y pintar las siluetas de las personas que iban pasando. Para mí eran huellas que iba dejando y después se convirtieron en un diálogo con la gente y con otros artistas; fue algo muy rico, expresa la artista plástica.
En la Capilla Dómina del Centro Cultural Santo Domingo cuelgan los cuadros de su exposición Desorden del caos. Ana Santos, ciertamente, ahora luce más serena y su obra muestra un avance significativo en la forma y el fondo. Hablan del caos en que habita permanentemente el ser humano, tanto en su fuero interno como en sociedad.
Parecen muy lejanos aquellos días en que fue detenida por la policía municipal por andar pintando en los muros de casas abandonadas del centro histórico. Posteriormente, en el 2006, los muros de la ciudad se convirtieron en pancartas de protesta y nadie fue
detenido por ello. Sin embargo, por esos días fue censurada en el Museo de los Pintores Oaxaqueños donde se pretendió evitar la exhibición de una obra en la que mostraba su desacuerdo con el gobierno de Ulises Ruiz Ortiz
De aquellos días, la artista afirma que le queda todavía varios cuestionamientos y también sigue valorando la importancia del arte en la calle que, desde su punto de vista, favorece la comunicación con la gente que se enriquece con la experiencia del arte de forma natural, sin pensar que están viendo una obra de arte, sin la formalidad que impone una galería o un museo.
Pero definitivamente se siente a gusto exponiendo en el Centro Cultural Santo Domingo, nunca he estado peleada con los centros culturales, tienen su propia naturaleza y la verdad es que me agrada exponer aquí, expresa.
Explica que El desorden del polvo aborda una inquietud sobre la contemplación que permite el encuentro de cierta belleza en una imagen de desastre, caótica, y de la cual nace un gusto estético que después se vuelve un proceso filosófico que nos lleva luego a revisar el propio caos individual, interno.
Sigo siendo la que he sido, pero ahora me noto en un estado más tranquilo; sigo siendo rebelde, contestaría, pero ahora quiero expresarme con un lenguaje más sutil, concluye.
La exposición pictórica de Ana Santos, abierta al público el fin de semana, permanecerá en la Capilla Dómina del Centro Cultural Santo Domingo hasta noviembre próximo.