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Periodistas del New York Times podrán utilizar IA de forma legal
Oaxaca, Oax. 11 de junio 2012 (Quadratín).-El día primero de julio, los mexicanos saldremos a votar para elegir a nuestro próximo Presidente de la República; pero, ¿las élites económicas, políticas y mediáticas en el poder respetarán nuestro voto?
Pregunto esto, porque en dos ocasiones se han burlado de la voluntad ciudadana, robando la presidencia de la república a Cuauhtemoc Cárdenas y a Andrés Manuel López Obrador en la elección de 1988 y en la de 2006 respectivamente.
La mafia en el poder, responsable de la actual tragedia nacional, ha desatado, como en las elecciones federales anteriores, una serie de acciones marrulleras para no perder sus privilegios, a través de sus partidos políticos (PAN, PRI, Verde Ecologista y PANAL) y de sus medios masivos de comunicación (Televisa y la Organización Editorial Mexicana de Mario Vázquez Raña principalmente).
Así vemos bajezas, como el que encabeza Televisa y el periódico El Sol de México de imponernos, a través de la manipulación de la información y de estrategias mercadotécnicas (la publicidad electrónica y las encuestas), el producto chatarra del momento, llamado Enrique Peña Nieto, candidato del PRI y del Verde Ecologista. Bajezas como el trabajo proselitista y de financiamiento electoral de los gobernadores priistas; y, la amenaza de los sindicatos como PEMEX, de despido a los trabajadores que no voten a favor del PRI; todo esto, aunado al reparto de dádivas y compra de votos a favor de Peña Nieto.
¿Qué ocurrirá si los mexicanos salen a votar mayoritariamente en contra de quien los poderosos del dinero tienen designado como el próximo presidente? ¿Recurrirán nuevamente al IFE para acomodar e inclinar la votación a favor de Peña Nieto?
En los sistemas democráticos, la soberanía recae en el pueblo, y es el pueblo quien deposita su voluntad en las urnas, de ahí que el resultado del proceso electoral debe ser transparente para dar legitimidad al candidato electo. Sin embargo, la historia del árbitro electoral nacional no ayuda a creer en su objetividad e imparcialidad, máxime ahora, cuando la actitud del IFE es de sordera e indolencia ante la millonaria publicidad proselitista del PRI, que rebasa en mucho el tope de gastos, y ante la guerra sucia desatada en contra de Andrés Manuel López Obrador. Además, ¿Cómo creer en un IFE que minimiza el hecho de que en Oaxaca fueron detectadas boletas electorales faltantes y duplicadas en los Distritos electorales 8 y 4 con cabeceras en la ciudad capital y Tlacolula de Matamoros?
Si en 1910 la revolución mexicana inició al grito de Sufragio efectivo, no reelección ante la terquedad de Porfirio Díaz de mantenerse en el poder; hoy, en estas horas de la vida nacional, en que los empresarios y financistas, a través de los políticos corruptos y sinvergüenzas, intentan imponer nuevamente a un presidente a modo para seguir enriqueciéndose a través de la destrucción y empobrecimiento del país, el grito mexicano debe ser: Sufragio efectivo, no imposición.
Hoy los mexicanos debemos no nada más exigir certeza, equidad y limpieza en el presente proceso electoral, sino también prepararnos a defender nuestro voto en las casillas electorales y movilizarnos masivamente para acabar con este régimen de opresión, injusticia, corrupción y privilegios que representan el PAN y el PRI.
Una movilización civil masiva, pacífica y radical de los mexicanos, como lo empiezan hacer los jóvenes, hará que la oligarquía que domina y saquea el país medite dos veces antes de obstinarse en el fraude y la imposición.
Guidxiguie Quichi, Lulá,
chií gubidxa lu beeu bigadxe,
iza 2012.