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Oaxaca, invitado de honor en la FIL de Palacio de Minería
Oaxaca, Oax. 31 de mayo 2012 (Quadratín).- El movimiento cívico universitario Yosoy132 tiene un potencial tremendo, y para que madure tendrá que pasar necesariamente de la protesta y la marcha a las propuestas, a las acciones e iniciativas de leyes, sostiene el experto en medios de comunicación, Omar Raúl Martínez.
Presidente de la Fundación Manuel Buendía y Director de la Revista Mexicana de Comunicación, Omar Raúl Martínez es optimista y a la vez cauto al hablar de este grupo ciudadano cuyo mayor logro en apenas 15 días de activismo consiste en haber puesto contra la pared a la televisoras del llamado duopolio, Televisa y TV Azteca, que han hecho un manejo distorsionado de la información electoral.
El autor del libro Repensar el periodismo estima que los alcances de Yosoy132 pueden incidir en el resultado de las elecciones, y, de continuar y fortalecerse, también podría propiciar cambios en las formas habituales con que se manejan las televisoras, particularmente Televisa, que, en su opinión, está tratando de imponer a un candidato a la presidencia, el del PRI.
Omar Raúl Martínez impartió el taller sobre Ética y autorregulación del periodismo, coordinado por el Colegio Oaxaqueño de Comunicación.
-¿Cómo ve el movimiento Yosoy132, le parece auténtico?
-Es un movimiento que emerge frente a la incapacidad o visión parcial de las televisoras.
Los jóvenes manifiestan su reclamo por la falta de compromiso de las televisoras frente a sus audiencias, la falta de fidelidad en el manejo de los hechos y la distorsión en la cobertura de temas electorales. Lo importante radica en son jóvenes que por primera vez utilizan las redes sociales para denunciar y manifestarse contra los poderes mediáticos. Yo le veo un potencial tremendo habida cuenta de que está surgiendo en una coyuntura muy singular: las elecciones presidenciales.
-¿Considera que incidirá en los resultados de las elecciones del 1 de julio?
-Quizá todavía sea prematuro asegurar que este movimiento cambie drásticamente el proceso electoral, sin embargo todavía faltan más de treinta días, y a lo largo de todo el país ya estamos hablando que reúne a millones de jóvenes.
-¿Sí puede asumirse un despertar de la sociedad civil mexicana?
– La sociedad civil ha sido más participativa desde 1994, el avance democrático ha ido de la mano con la participación ciudadana, nos falta mucho pero hemos avanzado. Lo interesante es que la convocatoria de este movimiento se ha extendido y potenciado con el reflejo de lo que pasa en redes sociales en los medios convencionales, y también de viva voz, porque si bien es cierto que las redes sociales son manejadas por una élite, su reproyección se está manifestando en las calles en las conversaciones, en las aulas, con los vecinos
-¿Podrá este movimiento contra el monstruo que es Televisa?
-Es difícil advertir qué va a ocurrir. Partiendo de la lógica empresarial mediática, uno supone que va a durar hasta en 1 de julio, pero eso depende de la organización ciudadana
No se puede aspirar a una democracia con movilizaciones repentinas o reactivas, debe haber continuidad y propuestas efectivas que no se limiten a la buena voluntad de los medios o a su disposición ética para autorregularse, deben germinar la propuesta legislativa, y que otros grupos como los académicos, empresariales, potencien la movilización para que se traduzca en políticas públicas, en acciones que eleven la calidad del ser ciudadano.
-¿Si las ondas hertzianas son de la nación, las televisoras deben someterse a lo que conviene a la nación?
– ¡Claro, efectivamente! El problema es que antes, el poder público, el Ejecutivo particularmente, era quien usaba a su antojo los medios de comunicación con el objeto de legitimar su ejercicio gubernamental; hoy parece que está ocurriendo lo contrario, parece que las televisoras abrigan una candidatura presidencial, ya se empieza a hablar de una telecracia. Pretende además formar una bancada legislativa, una telebancada que plantee sus propias iniciativas para estimular sus privilegios mediáticos. El riesgo real es que el poder público lo ejerzan las televisoras, que sean las que impongan candidatos y que definan las políticas públicas, lo cual es un exceso.
-¿Se dice que este movimiento es la primavera mexicana?
-Es un movimiento que está naciendo, que está definiendo su organización, estableciendo apenas un discurso más articulado está delineando estrategias. Es muy joven pero está madurando muy rápido, porque se está capitalizando esta energía en diversos estados de la república. No podemos decir qué va a pasar, pero tal vez sí pueda incidir en las elecciones presidenciales
no niego esa posibilidad